Este caso sucedió hace algunos años, pero al parecer la investigación continuo y ha sacada a la luz un detalle bastante horrible escondido en un selfie de una mujer en la que se le puede ver con su marido.
Ellos hicieron todo lo posible para que su hijo pasará un verdadero infierno.
Hablamos del archivo Adrian Jones del Departamento de Servicios Sociales de Missouri, que tiene 458 páginas. En estos documentos se puede ver a un niño de 7 años de edad que fue asesinado por su padre y su madrastra en 2015.
Adrian le contó a un trabajador social que abusaban de él dos años antes de que fuera asesinado. Los asesinos de Adrian, Michael y Heather Jones, le dijeron al estado que no querían a su hijo. Sin embargo, Adrian se quedó bajo el cuidado de ellos. Este caso ha demostrado de lo que es capaz la gente depravada, desagradable, mala y con poca educación.
Afortunadamente, todo parece indicar que estas dos personas tendrán su merecido por lo que hicieron.
Adrian murió en Kansas City luego de haber sido torturado durante varios meses por su padre y su madrastra. Pero antes de que se mudaran a esa ciudad, los Jones vivían en Plattsburgh, Missouri. En julio de 2013 una trabajadora social visitó la casa con la ayuda del Departamento del Sheriff del Condado de Clinton luego de que recibieran una llamada telefónica que indicaba que la madre maltrataba al niño. Durante su visita no pudieron ver a Adrian, ya que los padres dijeron que se encontraba con su tío.
9 días después la trabajadora social visitó la casa de Adrian y le abrió otro familiar, sus padres no estaban. Adrian no tardó en decirle que su padre lo golpeaba “a veces me patea la cabeza”, le comentó el pequeño.
Adrian comentó que lo encerraban por las noches para que no pudiera salir a comer algo. “Mamá y papá no pueden alimentarme, además duermo sin sábana o almohadas”.
Cuando se habló con los padres al respecto, negaron cualquier abuso y comentaron que lo encerraban porque era un niño muy problemático.
Los restos de Adrian fueron encontrados en el panteón de la familia en 2015. Los investigadores creen que murió entre octubre y noviembre de ese mismo año. Cuando se le preguntó al departamento por qué Adrian siguió viviendo con la familia, no respondieron inmediatamente. El padre fue sentenciado a cadena perpetua a principio de mayo de 2017. Se declaró culpable por el asesinato en primer grado de su hijo en marzo.
Su esposa Heather, de 31 años de edad, fue sentenciada a la misma sentencia, la cual ya está cumpliendo en Topeka. Todo parece indicar que Adrian era una pequeña bolsa de huesos desnutrida antes de morir, por lo que se cree que sufrió mucho en los últimos meses de vida.