Este hombre estuvo sentado en el mismo lugar por 3 años, hasta que una mujer se detuvo a preguntarle por qué

Los vecinos de la localidad de Webster, Texas, notaron que un hombre sin hogar estuvo sentado durante 3 años en la misma esquina.

Aunque no es raro que la gente sin hogar tenga una zona en la que descansan, todos notaron que, sin importar la hora del día, uno podía verlo siempre sentado en el mismo lugar, sin importar si el sol estuviera muy fuerte o incluso aunque lloviera.

Este hombre estuvo sentado en el mismo lugar por 3 años, hasta que una mujer se detuvo a preguntarle por qué

“Alguien debería de hacer algo para ayudar a ese señor”, comenzaban a decir los vecinos a medida que les quedaba claro que ese hombre siempre estaba ahí.

Pero a pesar de ello, nadie se había decidido a hablarle o preguntarle qué es lo que estaba haciendo ahí sentado en esa esquina por tanto tiempo.

Todo siguió igual hasta que llegó una mujer llamada Ginger Sprouse, quien un día decidió pararse a un lado de este hombre, bajar la ventanilla del auto y preguntarle por qué siempre estaba ahí.

El señor le contó que su nombre es Victor Hubbard, que tenía 32 años de edad y que vivía en la calle.

Este hombre estuvo sentado en el mismo lugar por 3 años, hasta que una mujer se detuvo a preguntarle por qué


Aunque la mayoría de los vecinos se esperaban que Víctor no tuviera un hogar, lo que muy pocos sabían era que también tenía una enfermedad mental.

Ginger le preguntó por qué no se movía de aquella esquina, y la respuesta que el hombre le dio la dejó impactada.

En realidad, esa esquina fue el único lugar en el que Víctor había visto a su madre, ya que después de eso no volvió a saber nada de ella. Él se quedó esperando allí durante tres años a que su madre regresará por él.

Este hombre estuvo sentado en el mismo lugar por 3 años, hasta que una mujer se detuvo a preguntarle por qué

Cuando escucho la historia, Ginger se sintió muy mal por Víctor, por lo que comenzó a visitarlo seguido durante sus descansos de comida. Luego de un tiempo se hicieron amigos y Víctor aceptaba ir a casa de Ginger de vez en cuando para comer o no pasar frío.

Pero eso no fue todo, Ginger lo ayudó a tomar un tratamiento psicológico, lo sacó de la calle y le ayudó a conseguir un empleo en un restaurante.

Victor y Ginger son muy buenos amigos y comparten muchas fotos de sus actividades juntos.

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