Esta es la historia de Todd Weave, quien sirvió al ejército de Estados Unidos hasta que perdió la vida por culpa de un explosivo en Afganistán. Está claro que este fue un golpe muy duro para su esposa Emma y para su pequeña hija de solo 9 meses de edad Kylie.
Como es de costumbre, Todd tuvo un funeral digno de cualquier militar que pierde la vida luchando por su país. Lamentablemente él no tuvo la oportunidad de hablar con Emma antes de que muriera, y ella quedó impactada al tener que ver el cuerpo de su esposo irreconocible debido al explosivo, algo que la dejó tremendamente devastada. Aunque está claro que muchas cosas se quedaron sin decirse, Todd había preparado unas cartas en caso de que algo le pasará en la guerra.
Ya habían pasado algunos días desde el funeral de Todd cuando Emma recibió un paquete con las cosas de su esposo, entre ellas se encontraba la computadora de Todd. Emma prendió la computadora y miró dos archivos en el escritorio, los cuales llamaron su atención inmediatamente debido a que decían: “Querida Emma” y “Querida Kylie”.
Sin pensarlo dos veces, Emma abrió los archivos y notó que su esposo había preparado unas cartas que ellas sólo podrían leer en caso de que le pasara lo peor. Aunque las palabras que leyó en la computadora la dejaron destrozada, pudo tranquilizarse sabiendo cuales eran los últimos pensamientos de Todd con respecto a ella y a su hermosa hija.
A continuación, podrás leer las hermosas cartas que Todd le dejó a las dos mujeres más importantes de su vida:
Querida Emma, amor de mi vida:
Si ahora te encuentras leyendo esta carta es porque el destino nos ha separado físicamente, lamentablemente no he podido decirte una vez más de frente cuanto te amo y lo que significaste en mi vida.
Aun cuando la vida nos haya separado, siempre estaré en alguna parte cuidando de ustedes. Se fuerte mi amor, tu puedes, no estaré físicamente pero si en espíritu y corazón.
Las cosas pasan por alguna razón y no pierdas tiempo tratando de averiguar cuál ha sido la de mi partida, reconfórtate con el hecho de que compartimos un valioso tiempo juntos, que nos amamos como nadie y que de ese amor nació nuestra princesa.
Conocerte fue lo mejor que pudo sucederme en la vida, algo muy bueno debí de haber hecho para merecer a una mujer tan hermosa, buena y amorosa. Me llevo en mi corazón los recuerdos de todos los momentos que compartimos. La vida a tu lado fue mucho mejor aun cuando mi vida haya sido corta.
Mis sueños se hicieron realidad, en especial el de casarme con la mujer más maravillosa y perfecta: tú. Una mujer que cada día me sorprendió, me entregó su amor y me dio la bendición de ser padre.
Sé que los días que se avecinan serán duros para ti pero se fuerte por favor, hazlo por nuestra hija, acorta tu duelo porque tus lágrimas no me traerán de vuelta y yo no quiero que sufras, al contrario, quiero que vivas, que sea feliz y vuelvas a sonreír.
Tuve todo en la vida, lo más valioso fuiste tú y nuestra hija ¿qué más podría pedir? Reconfórtate con nuestros recuerdos y cada que caigas, mira a nuestra hija, en ella me mirarás a mí.
Háblale sobre mí y dile cuanto es que la amé, que me sentí el hombre más afortunado sobre la Tierra cuando supe de su llegada y que cuando la tuve en mis brazos me sentí el hombre más dichoso del universo. Dile que en mi corazón me llevo su tierna y dulce mirada y su sonrisa grabada en mi mente.
También cuéntale que papá la cuidará siempre desde el cielo, que festejará con ella sus victorias y en el silencio encontrará mis palabras de aliento cuando sienta caer.
Son mis dos grandes amores, mi vida sin ustedes no hubiese significado lo mismo. Te amo con todo mi corazón Emma y por ello no quiero que dudes nunca de hacer lo que tengas que hacer con tal de ser feliz. Nunca te niegues ninguna oportunidad si se te presenta en el camino, una mujer tan maravillosa como tú merece encontrar de nueva cuenta la felicidad, la dicha y el amor. Por ahora quizás lo mires imposible pero ten fe, desde arriba tendrás mi bendición en cada paso que des.
Les espera una vida maravillosa a ti y a nuestra pequeña hija, se los aseguro, aun cuando por hoy mires todo oscuro el sol volverá a brillar muy pronto. Gracias por hacerme el hombre más feliz y dichoso, gracias por el tiempo compartido y gracias por entregarme lo más valioso que posees: tu corazón.
Te amo mi bella esposa, por toda la eternidad lo haré.
Tu esposo, Todd.
Esa fue la carta que dejo para Emma, ahora sigue la carta que dejó para su hija:
Mi pequeña y hermosa hija Kiley:
Posiblemente cuando crezcas no podrás recordarme pues he tenido que partir siendo tú una bebé, una hermosa bebé que me robó el corazón desde ese momento en que te tomé en mis brazos por vez primera y me hechizaste con tus bellos ojos.
Quiero que sepas también que te amaré siempre con todo mi corazón y que desde el cielo estaré cuidando de ti y guiando tus pasos.
Cuando tu madre me dio la noticia de que sería papá, me sentí el hombre más afortunado y feliz del mundo, para mí has sido el regalo más grande que me pudo dar Dios. Hay dos días sumamente valiosos en mi vida que guardaré con recelo toda la eternidad en mi corazón; el día que conocí a tu mamá y el día que naciste.
Tu bella carita hacía que mi corazón se derritiera de amor. Fue hasta el día en que te tuve en mis brazos que me sentí completo.
No sabes cuánto me duele no verte crecer pero recuerda que sólo me he ido físicamente, mi espíritu y mi corazón seguirán con ustedes siempre. Cuando me eches de menos sólo mira al cielo, en alguna estrella o quizás en un soplo del viento me haré presente.
Ahora tienes a un padre que te amará profundamente desde el cielo y cuidará de ti, además tienes la fortuna de tener una mamá maravillosa que hará un excelente trabajo. No te olvides de ser buena con ella y ayudarla en todo lo posible, apóyate en ella, sé que también será una grandiosa amiga.
Nunca te olvides de Dios y no llegues a pensar que él ha sido quien te ha quitado tu padre, todos tenemos una misión en la vida y debes asimilar que la mía llegó a su fin. No olvides tus oraciones por las noches mi bella niña, en ellas también estaré acompañándote, se agradecida por lo mucho que tienes, siempre y no olvides ser buena y generosa con los que te rodean, pues lo que uno siembra, cosecha.
Tampoco estaré para acompañarte en tus triunfos escolares pero te aseguro estaré muy orgulloso de ti por ellos, desde acá te aplaudiré y festejaré. Aprende todo lo que puedas, se brillante, lucha y persevera por obtener el éxito que desees. Y cuando caigas, no te preocupes por ello, levántate con la frente en alto y vuelve a intentarlo, tu padre estará contigo en esos momento alentándote.
Sé que tienes por delante un futuro brillante y prometedor, la vida te deparará cosas muy buenas. Disfruta de la vida mi niña, vive sus tiempos, no te apresures en las etapas y ve tras tu felicidad, recuerda siempre que donde sea que me encuentre siempre estaré infinitamente agradecido por ser tu padre y muy orgulloso de ti.
Aun cuando crezcas, siempre serás mi pequeña, tú y tu mamá siempre serán mis más grandes amores.
Con todo el amor del mundo, tu orgulloso papá.