En todos los países donde se emite, el concurso musical La Voz ha sido un rotundo éxito, especialmente en su versión infantil. Colombia no es la excepción pues en uno de sus episodios, le regaló a la audiencia una de las actuaciones más conmovedoras y tiernas que se hayan podido ver. Lo que se veía venir como un desastre, terminó de la mejor manera ante los artistas del jurado.
Todo comenzó con David Tarapues, uno de los pequeños concursantes. David es muy conocido por interpretar rancheras mexicanas, algo que se le da muy bien con su potente voz. No obstante, hubo una ocasión en la cual el niño se enfermó de la garganta y su performance estuvo en riesgo.
Momentos antes de salir al escenario, David se encontraba frustrado por creer que no iba a ser capaz de cantar. Tenía la voz ronca y lágrimas escaparon de sus ojos al confesarle a la conductora del programa, que no pensaba que pudiera salir a actuar.
No obstante, con el apoyo de ella y de sus compañeros de equipo, al final se animó a cantar como nunca antes lo había hecho para alegría de los jueces.
Y mientras se encontraba bajo los reflectores, un simpático amigo salió a su encuentro.
La canción que David interpretó fue el tema “Corriente y Canelo”, escrito por Homero Aguilar. Todos pensaban que este iba a ser el peor número de la emisión, pero el niño les demostró todo lo contrario con ayuda de este amistoso perro, que estuvo apoyándolo a cada instante. Lo mejor fue que los jueces estaban encantados con la interacción entre ambos.
Sin duda alguna, esta va a ser una de las actuaciones más memorables para los fanáticos colombianos de La Voz, ¡David tiene un gran futuro en el mundo de la música!