En el mundo, hay lugares fascinantes y misteriosos de los que quizá nunca alcancemos a conocer su verdadero origen, y para los que se necesitaría más de una vida entera a la hora de visitarlos.
Uno de los más peculiares se encuentra en la popular isla de Tasmania y a día de hoy, se ha convertido en un destino prácticamente obligatorio para escaladores y otros amantes de los deportes extremos.
Se trata de Totem Pole, una enorme formación de dolerita de 70 metros de alto y cuatro metros de ancho, la cual asombrosamente, simula la forma de un dedo. Sus bordes son perfectamente lisos y hasta ahora, no ha habido tormenta capaz de derrumbar esta singular formación rocosa.
Nadie sabe como se formó Totem Pole, pues pocas rocas naturales están esculpidas de este modo tan perfecto.
Lo único seguro es que pasarán muchos años antes de que desaparezca y mientras tanto, continuará siendo uno de los principales atractivos de la isla. Fue a partir del año 1968, que se convirtió en un punto genial para quienes practicaban actividades como el rapel y la escalada.
Incluso en la actualidad, la gente que gusta de desafíos físicos busca llegar hasta la punta para probar todas sus habilidades. Y se han adecuado las condiciones para ello sin ningún problema.
En total, el recorrido por el Totem Pole comprende un tramo a rapel por un acantilado cercano, que desciende en medio de las rocas para alcanzar la base; solo cuando la marea está baja, desde luego. Aunque parece complicado, en realidad es una experiencia sensacional si sabes lo suficiente sobre este tipo de deportes.
No cabe duda de que la naturaleza siempre encuentra la manera más efectiva de sorprendernos, dejando hermosos vestigios como lo es esta efigie en forma de dedo tan singular.
¿Te animarías a escalar por ella?