No es ninguna sorpresa que desde hace miles de años el humano le ha sacado todo el provecho posible a las vacas, desde la leche, los quesos, su carne e incluso su piel.
Pero conforme ha crecido la población los productores han querido hacer todo tipo de cosas con sus vacas para que estas puedan aumentar la producción de leche.
Ya hemos visto muchas pruebas del maltrato que pueden sufrir algunas de las vacas e incluso las pruebas químicas a las que son sometidas (como las súper vacas), pero en esta ocasión vamos a hablar de las vacas fisutuladas, que, en pocas palabras, son vacas que tienen un enorme agujero en uno de los costados de su cuerpo, el cual generalmente está tapado.
Aunque nunca lo hayas visto antes en realidad esto no es algo nuevo, y se ha usado desde hace más de 100 años. Se trata de una clase de “ingenio” de la industria ganadera que consiste en una intervención quirúrgica de 20 centímetros de diámetro, con el tamaño suficiente para que cualquier persona adulta pueda meter su brazo por ahí y analizar detenidamente el proceso digestivo de estos animales.
Sin embargo, este gran agujero nunca se cierra debido a la colocación de una prótesis, y la tapa se coloca para evitar cualquier infección que pueda poner en riesgo la vida de la vaca.
La primera vez que se usó este tratamiento fue en el año 1833 y se empezó a hacer más popular entre los productores por el año 1920, además de que también se comenzó a usar como práctica de investigación veterinaria.
Aunque los procedimientos quirúrgicos se hacen con anestesia y bajo ningún dolor aparente, la imagen es realmente grotesca y ha llamado la atención de varias asociaciones protectoras de animales, quienes han intervenido afirmando que no se tiene en cuenta el dolor que la vaca puede sentir por el resto de su vida.