El avión de la empresa aérea LaMia, que transportaba al equipo brasileño de fútbol el Chapecoense, se estrelló en la noche del lunes cerca de la ciudad de Medellín, al noroeste de Colombia.
Las autoridades del gobierno colombiano confirmaron el martes por la tarde que habían muerto 71 personas en el accidente, ya que cuatro personas no embarcaron a la última hora. Inicialmente, se había reportado que había 81 personas a bordo del avión y que seis personas se habían salvado en el accidente, por lo que la cifra de fallecidos era de 75 personas.
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Erwin Turimí fue uno de los afortunados que se salvaron y que aparecieron entre los escombros del avión RJ85 que se estrelló cerca del municipio La Unión.
Turimí formaba parte de la tripulación como técnico aeronáutico, y fue trasladado a la clínica Somer de Rionegro, en dónde se encuentra estable y consciente con lesiones en los tejidos blandos del antebrazo y en el mentón. Su vida no corre peligro alguno.
El técnico de la aerolínea LaMia comentó mientras era rescatado que sobrevivió gracias a que siguió todos los protocolos de seguridad del avión, según publicaron fuentes de Fox Sports.
“Sobreviví porque seguí los protocolos de seguridad. Ante la situación, muchos se levantaron de sus asientos y comenzaron a gritar. Puse la maleta entre mis piernas para formar posición fetal, que es la que se recomienda en los accidentes”.
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Por su parte, Ximena Suárez, la auxiliar de vuelo que sobrevivió al accidente le dijo a Víctor Maralunda, director del deportivo Atlético Nacional, que tanto ella como Turimí viajaban en la parte trasera del avión cuando colisionó, pasadas las 22:00 de este lunes.
La azafata de 28 años fue la segunda persona en ser rescatada con vida, fue trasladada con vida al centro de asistencia de la zona. Se encuentra en el hospital Santa Cruz de la Sierra, Bolivia, lugar en el que partió el avión siniestrado.