Antonio López Velasco es un indígena tzeltal de 78 años que vive en la ranchería de Chancolom, Chiapas, y se hizo famoso en su comunidad por lograr la gran hazaña de tener 29 hijos. Actualmente se puede llegar a la casa de Antonio al caminar media hora por el camino terregoso que cruza por Chancolom.
Algunos afirman que es la persona más pobre de México, pero lo cierto es que él y varios de sus hijos viven en su milpa y se autoabastecen de alimentos debido a los cultivos que tienen.
Su casa es de adobe rojizo con algunos agujeros, tiene un techo de lámina que se sostiene gracias a unos troncos. Tiene dos cuatros de 16 metros cuadrados en los que duermen 8 personas, mientras que al fondo de su terreno tiene una cocina de leña que por las noches se convierte en el dormitorio de sus hijas.
Antonio tuvo a sus primeros 10 hijos con su primera esposa, con su segunda esposa también tuvo 10 hijos y con la tercera solo 9. Afirma que no sabe el momento exacto en el que tuvo a su primer hijo, comentando “como a los treinta años”.
Su hijo más grande tiene 50 años y su hija menor acaba de cumplir solo 6 años. Es viudo de sus primeras dos esposas y se han muerto como 8 de sus hijos, ya que afirma no acordarse bien.
Cuida su milpa y con ella se autoabastece de tortillas, frijoles, sal y pozol. En algunas ocasiones come algo de chile y verdolagas. Con orgullo puede decir que comen carne de pollo o de cerdeo al menos 1 vez cada 3 semanas.
Consigue un poco de dinero vendiendo los cultivos de su tierra, además de que recuerda con mucha nostalgia los tiempos en los que pudo cultivar café y chile antes de que una plaga le secara por completo los cultivos.
Fuente: El Universal y Los doce mexicanos más pobres, Editorial Planeta Mexicana.