Jonathon Pengelly es un joven que vive en Cardiff, Inglaterra y hoy nos ha dado una muy importante lección. Durante la madrugada de un domingo, él entró a un McDonald’s para pedir algo de comer, cuando se dio cuenta de que en la fila estaba esperando una desamparada. La mujer, que se veía desaliñada y pobre, espero su turno para pedir un vaso con agua caliente. Sin embargo se lo negaron.
Esto hizo indignar mucho a Jonathon, quien en un arrebato de buena fe le dijo a la mendiga que pidiera todo lo que quisiera del menú, porque él correría con los gastos.
Esperaba que ella aprovechara y pidiera lo más costoso, pero se sorprendió aún más cuando escuchó que solamente quería una hamburguesa con queso. Jonathon decidió comprar un montón de comida para ambos; tanto que hasta les pusieron para llevar. Después, se sentó con Polly (que era el nombre de la mujer), a comer en el suelo.
Ella era una persona muy amable y encantadora, a pesar de vivir en las calles.
Luego de escuchar su historia, el muchacho la invitó a dormir en su casa al lado de su compañero, que también estaba desamparado. Los dos pudieron darse una ducha caliente y Polly cocinó una rica cena para los tres.
A partir de ese momento, Jonathon les prometió que no volverían a pasar hambre o frío, les regaló sábanas y dos mochilas repletas de comida.
“Si ves a alguien en la calle, no lo veas como si no fuera nadie, porque no sabes por lo que ha pasado”, fue lo que escribió más tarde, en una publicación que compartió por Facebook y que ya se ha vuelto viral en Internet.
Un pequeño acto de nobleza siempre puede cambiar a las personas. A Jonathon, el suyo solo le costó 20 libras.