Chen Xiaotian era un niño que solo tenía cinco años de edad, cuando le diagnosticaron un tumor cerebral. El mismo fue tan grave que llegó a quitarle la vista y por si fuera poco, los médicos dijeron que no había manera de curarlo: el pequeño iba a morir pronto y esa, fue una noticia que dejó completamente devastada a su familia.
Las cosas empeoraron cuando Zho Lu, su madre, se enteró de que tenía una deficiencia renal, por lo cual también estaba en un gran riesgo de morir.
De un momento a otro, las alegrías parecían haberse terminado para ambos.
A causa del tumor que tenía en su cerebro, Chen tuvo que permanecer postrado en una cama. No podía moverse y apenas podía hablar. Mientras tanto, su madre había sido informada de que necesitaba un trasplante urgente de riñón, antes de que este órgano se colapsara por completo.
Hoy en día, es sumamente difícil conseguir un donador de riñón, a menos que se cuente con un familiar compatible. Fue cuando su hijo tomó una terrible decisión que a ella le costó aceptar en su momento: quería darle el suyo después de morir.
Chen falleció un día del mes de abril y de inmediato, los doctores hicieron los preparativos para iniciar con el trasplante. Pero antes de eso, se inclinaron respetuosamente frente a la camilla donde acababa de morir el niño, sintiendo una enorme admiración y respeto hacia él.
La operación fue un éxito y hoy, Zho Lu puede vivir gracias al sacrificio de su pequeño hijo, a quien siempre llevará en el corazón.
No hay amor más grande que el que pueden sentir una madre y un hijo el uno por el otro, incluso después de abandonar este mundo. Ahora, Chen será recordado con cariño por cientos de personas en la red.