El pasado martes de madrugada, el mundo despedía a otra de las luminarias mexicanas más queridas de la televisión. Polo Ortín murió en su casa por un infarto de miocardio, a los 88 años de edad. El actor había interpretado numerosos papeles en series y telenovelas, pero el más conocido de todos era el de “Don Roque”, personaje al que daba vida en la serie cómica “Vecinos”.
Esta comedia adaptada por Eugenio Derbez de la española, “Aquí no hay quien viva: Vecinos” y puesta al aire desde el 2004, le había permitido al interpreté contar con uno de sus papeles de mayor reconocimiento.
En su carrera, mostró una dedicación y disciplina que hoy en día, no son fáciles de encontrar en los nuevos actores. Esta faceta de su personalidad contrastaba con la de “Don Roque”, quien le sacó muchas risas a la audiencia con cada una de sus ocurrencias, entre las que se encontraban hablarle a un oso de felpa llamado “Sargento Rambo”.
Sin embargo, Ortín no solo se destacó por sus actuaciones en la televisión de México. Su faceta como doblador fue la que lo impulsó a la fama, luego de prestar su voz en series estadounidenses como “Mork y Mindy” (donde dobló a Mork), “Los tres chiflados” (en la que interpretó a Larry) y “La isla de Gilligan” (en la que dobló a Gilligan).
Hijo de Leopoldo “Chato” Ortín, conocido por ser una de las figuras más destacadas del cine de oro mexicano, la actuación estuvo presente en su vida desde su más tierna infancia.
Entre las telenovelas con las que obtuvo más reconocimiento, se cuentan “Carita de ángel”, “Niña de mi corazón”, “Alcanzar una estrella”, “Soñadoras”, “La casa en la playa” y una de las más recordadas, “Cuando llega el amor”, en donde actuó como Don Isidro Vega.