Utah es un territorio muy conocido por su clima árido y sus paisajes desérticos, en los que podemos encontrar varias atracciones turísticas. Una de las más célebres es la Caldera de Homestead, antes conocida como “El Cráter”. Este sitio data de unos 10,000 años y hoy, es bastante popular entre los aficionados a la natación y el buceo.
El mismo es ideal para tomar largos baños relajantes, especialmente en primavera, cuando el agua tiene una temperatura deliciosa. Por no mencionar que es un asentamiento natural con bastantes minerales.
Esta última característica lo ha convertido en un punto de relajación ideal no solo para turistas, sino también para trabajadores y geólogos que laboran en las cercanías. De hecho, la posada The Homestead Resort se encuentra establecida aquí desde el siglo XX, únicamente a causa de su proximidad con este maravilloso estanque. Los tratamientos estilo spa son bastante frecuentes en él.
Antaño, el acceso hasta aquí era bastante complicado y los buscadores de minerales tenían que descender al estilo de rapel, para llegar hasta el agua. Fue por ello que en la década de los 90, los propietarios hicieron construir un túnel de 110 metros de largo, en el lado norte de la formación rocosa, que evitaría tener que hacer este descenso.
Fue abierto oficialmente al público el 12 de 1996.
Con 55 metros de altura y un domo formado por sedimentos que datan de miles de años, este cráter es el depósito mineral más grande en toda el área de Midway. Algunos artefactos y objetos de trabajadores antiguos han quedado atrapados aquí (el agua tiene unos 65 pies de profundidad), por lo que todavía se trabaja para recuperarlos.
Como curiosidad, hay que mencionar que la Caldera de Homestead fue utilizada como una de las locaciones principales de la película, “127 horas”, dirigida por Danny Boyle.