En el mundo existen muchas muestras increíbles de arquitectura, que van desde elegantes edificios modernos hasta enormes residencias en las que ya quisiera uno vivir.
La que te vamos a mostrar el día de hoy, sin embargo, no es el tipo de vivienda ideal de la mayoría de la gente pero sin duda alguna es bastante interesante, y se ha convertido en una de las más visitadas del mundo por artistas e intelectuales, que pueden encontrar en ella el reposo y estímulo creativo que necesitan.
Se trata de la Casa Keret, ubicada en Varsovia, Polonia, justo entre los números 22 y 74 de la calle Chłodna Żelazna. Ni siquiera parece una casa, pues tiene la forma de un rectángulo alargado de tan solo 92 centímetros de ancho en su zona más estrecha y 152 en la más ancha.
Fue construida completamente de hierro y cuenta con dos plantas entre las que se han distribuido un dormitorio, una cocina y un baño pequeño.
Sus únicas dos ventanas no se pueden abrir, pero eso no es ningún problema pues las paredes están hechas con paneles de vidrio traslúcidos, que permiten una buena iluminación natural.
La escalera también es plegable y cuando se contrae, permite disfrutar de una diminuta sala de estar.
Así mismo, el blanco es el color que impera dentro (sería imposible haberla pintado con tonos oscuros, debido a su tamaño) y los servicios eléctricos se obtienen desde otro edificio cercano.
Esta extravagante casa es obra de Jakub Szczęsny, arquitecto que no se dejó llevar por los límites que le otorgaba un espacio tan pequeño, hallando una solución inteligente y satisfactoria para disfrutar de él al máximo.
Y aunque no es el sitio perfecto para vivir, hay que admitir que luce bastante cómodo para pasar una o dos noches, ¿no crees?