En las profundidades del desierto en el norte de México, entre los estados de Durango, Chihuahua y Coahuila, existe un área conocida como la zona del silencio o también conocida como Zona del Silencio Mapimí por su proximidad a la ciudad de Mapimí. Ubicado a cuatro kilómetros de San Ignacio,muchos lo comparan con el Triángulo de las Bermudas – ambos están situados entre los paralelos 26 y 28 y tienen leyendas similares. La leyenda dice que en esta zona las transmisiones electromagnéticas no pueden ser recibidas, la radio no funciona, las brújulas no apuntan al norte magnético, y la flora y la fauna tienen mutaciones anormales. A través de los años las historias de encuentros con alienígenas, la caída desde el cielo de meteoritos o objetos extraños y todo tipo de actividades paranormales han estado atrayendo turistas y curiosos de todo el mundo.
El mito comenzó en julio de 1970, cuando la base militar estadounidense cerca de Green River, Utah disparó un misil de prueba hacia White Sands Missile Range. El misil perdió el control y en lugar de aterrizar en el objetivo previsto siguió a 650 kilómetros (400 millas) al sur y cayó en la región del desierto de Mapimí . Inmediatamente, un equipo de especialistas llegó a buscar el cohete caído. Cuando se descubrió el cohete después de tres semanas de intensa búsqueda, una pista de aterrizaje fue construida para el transporte de los restos. Toda la operación fue muy secreta, este carácter secreto de la operación estaba creando muchos rumores entre los residentes.
Una versión de la historia habla de un habitante local llamado Jaime, quien fue contratado por los militares para proteger el misil de los vándalos y de los curiosos. Por lo visto Jaime cuando los militares se fueron, junto con dos amigos comenzó a hablar de la posibilidad de construir un hotel en la zona para fomentar el turismo. Algunos dicen que Jamie, comenzó a generar interés en la zona, y junto con sus amigos comenzó a crear una historia con un montón de pseudo-ciencia y folklore local, que los medios de comunicación regional alimentaron creando la leyenda y mito del lugar.
De acuerdo con esta extraña historia, las extrañas anomalías magnéticas de la atmósfera bloquean la transmisión de radio en puntos específicos y hacen que las agujas giran en brújulas magnéticas. Todo esto ha provocado que algunos objetos se sientan atraídos, como el caso del meteorito Allende, que cayó en la región en 1969.
Este fenómeno ya había sido reportado por primera vez en la década de 1930 por Francisco Sarabia, un piloto mexicano, quien afirmó que su radio había dejado de funcionar misteriosamente mientras sobrevolaba la zona. Otros afirman haber visto ovnis, y objetos que caen del cielo sin nubes.
Ahora cientos de personas vienen de todas partes para disfrutar de la zona. Los lugareños los llaman zoneros. Los guías turísticos explican que estas zonas con problemas de radiofrecuencia se mueven y por lo tanto son difíciles de localizar. La flora y fauna es la típica de un desierto, algunos animales y plantas que se pueden encontrar son: Agace o Sabaneta entre algunas liebres, ratones y coyotes.
Los residentes locales no creen en la Zona del Silencio. Cuando se les pregunta acerca de los fenómenos extraños, invariablemente responden que ellos no ven cosas extrañas en el desierto. Mientras que algunos están ganándose la vida trabajando de guías o vendiendo refrescos y comestibles a los turistas, otros encuentran a estos forasteros una molestia.