A lo largo de nuestra vida tenemos una gran cantidad de maestras y maestros que hacen lo mejor que pueden para prepararnos para nuestra vida adulta, pero solo algunos de esos maestros logran quedarse en nuestra memoria por muchos años, incluso por más de 30 años.
Este es el caso de Lorly Schik, quien era maestra de preescolar en los 80s en una pequeña escuela de Minnesota. Ella era una gran maestra y era muy querida por sus alumnos, logrando dejar huellas importantes en algunos de sus alumnos.
Lamentablemente para algunos de sus alumnos, ella se retiró en 1989 después de ser maestra por muchos años. Uno de sus alumnos, comentó: “Recuerdas para siempre a tu profesora de preescolar. Mi favorita era la maestra Shick. Ella era la mejor. Pero se jubiló al año siguiente y ya no tuve la oportunidad de verla en la escuela”, así que un año fue más que suficiente para que la señorita Schik quedará en la memoria de todos esos niños.
Cuando la señorita Schik llegó a los 90 años de edad, tuvo que vender su casa y mudarse a hogar de ancianos en dónde la pudieran cuidar. Ahí vivía su vida con normalidad hasta un día se puso a ver sus viejas fotos en el colegio, recordando a todos aquellos niños que la habían hecho tan feliz. Minutos después de ver las fotos prendió la televisión para distraerse, pero lo que vio en la tele le dio una gran sorpresa: Uno de sus pequeños alumnos ahora era un presentador en un canal local llamado KARE 11.
Ahora la maestra tenía un nuevo programa favorito, ya que ver a su exalumno la llena de alegría y de un poquito de nostalgia. Al no poderse aguantar, le envió una carta sus padres, mencionando que ahora tenía 90 años y que estaba muy orgullosa de ver que su alumno era un presentador.
Los padres se pusieron en contacto con su hijo y este hizo lo posible por encontrar el hogar de ancianos en el que estaba su maestra para irla a visitar. Cuando fue, la maestra aún recordaba con lujo de detalle lo que estaban haciendo en la foto y a todos sus alumnos.