Martín Méndez, un cerrajero profesional que vive en la Ciudad de México, tuvo que acudir al edificio 268 de la calle Álvaro Obregón el pasado de 19 de septiembre para arreglar o cambiar las chapas de unos archiveros.
Él estaba en ese edificio cuando comenzó el terremoto de magnitud 7.1 que terminó derrumbando varios edificios en la ciudad. Martín intentó salir rápidamente e del edificio, pero estaba en el sexto piso y no le dio tiempo de salir, por lo que quedó atrapado en el edificio.
Quedó bajo los escombros atrapado con otras personas mientras rezaba porque su hija de 3 años estuviera bien. “Tenía que salir vivo de aquí por ella”, comentó.
Todo parece indicar que dos mujeres cayeron sobre su pierna y le provocaron una fractura. Así, Martín, Diana, Angélica y Toño quedaron atrapados en ese lugar por 17 horas.
Gracias a que unos muebles pudieron soportar los escombros que estaban por encima de ellos se salvaron. “Estábamos vivos, eso era lo más importante”, comentó. Los cuatro trataron de calmarse mientras pasaban las horas, hablaban de sus familias y rezaban muy seguido.
Cuando los rescatistas llegaron al edificio, no fueron capaces de escuchar los gritos del grupo. “No podían escucharnos, pero nosotros los oíamos claramente, como si estuvieran al otro lado de la ventana”. El polvo caía sobre los cuatro cada vez que los rescatistas golpeaban los escombros.
Diana Pacheco, una de las mujeres que quedaron atrapadas comenzó a enviarle mensajes a su esposo: “Amor, se cayó el techo, estamos atrapados, amor te amo, te amo mucho, estamos en el piso 4, estamos cerca de las escaleras de emergencia, somos cuatro personas”, mando en varios mensajes.
Su esposo recibió los mensajes a las 5: 30 de la madrugada del siguiente día, por lo que inmediatamente fue con el jefe de los rescatistas, el señor Félix, y le mostró los mensajes, indicándoles que había cuatro personas dentro, por lo que pidieron los planos del edificio y comenzaron los trabajos necesarios para poder salvar a las personas que estaban dentro.