Cally, Reese y Lara, son tres jóvenes que como muchos comparten un apartamento y en busca de darle al suyo algo de personalidad y comodidad, decidieron poner manos a la obra para encontrar el sofá perfecto. No tardaron en hallar uno que se ajustaba a sus necesidades básicas. Se trataba de un mueble viejo y sin el mejor aspecto del mundo, pero por el precio valía mucho la pena: solo 15 euros.
Los tres lo compraron sin imaginarse el enorme tesoro que se estaban llevando con él.
Todo comenzó cuando se sentaron encima y notaron que no era muy cómodo, había algo debajo que hacía que se formaran unos extraños picos. Como habían pagado muy poco él, no se les ocurrió reclamar. Más bien decidieron echar un vistazo al interior para ver que era sobre lo que se estaban sentando.
Se sorprendieron mucho cuando vieron que el sofá estaba repleto de sobres. Y en cada uno había billetes por un valor de 100 euros. Juntos fueron sacándolos todos hasta completar 36,000 euros en total. La cantidad de dinero más grande que habían visto en su vida.
“Lo máximo que habíamos encontrado en un sofá eran 50 centavos”, comentaron con humor, luego de que la noticia hiciera eco en todas partes.
Al principio, los tres se sintieron con mucha suerte al hallar tal cantidad. Lo primero en lo que pensaron fue en comprar un coche para sus padres. Pero luego vieron que todos los sobres tenían nombres y supieron la verdad.
La anciana a la que había pertenecido el sofá había guardado todo ese dinero por si un día su esposo le hacía falta y sin saberlo, sus hijos lo habían vendido para buscarle uno nuevo.
Ahora parece que tendrán que devolverlo, pero con un poco de suerte, tal vez sean recompensados.