Bolivia es un país que ofrece montones de atracciones turísticas que causan fascinación, pero una de las más populares, son sus famosos desiertos de sal. Entre estos destaca el salar de Uyumi, un lugar fascinante donde el cielo y la tierra se unen para conformar un paisaje único de ensueño.
Levantándose a 3,700 metros de altura en el altiplano de los Andes y rodeado por volcanes y formaciones montañosas de hasta 5,000 metros, este sitio llega a reunir capas enteras de sal de entre dos y diez metros de espesor, ricas en minerales esenciales como el boro, el magnesio y el potasio. Sin embargo, no es esto lo que lo hace tan especial e increíble.
La superficie cubierta de sal y agua, sobretodo en temporada de lluvias, crea un enorme y espectacular espejo natural que refleja todos los colores del cielo, desde al amanecer hasta que el sol se oculta. Aquí, los límites parecen desaparecer y es como si las personas literalmente pudieran caminar entre las nubes o las estrellas.
Basta con ver la cantidad de fotos y vídeos que abundan sobre el salar, en donde observamos un paisaje que parece sacado de un mundo de fantasía. No por nada se ha convertido en uno de los destinos favoritos de muchos turistas.
La época perfecta para visitarlo se da entre los meses de mayo y noviembre, cuando las lluvias no son muy fuertes y la temperatura se mantiene estable.
Muy cerca de aquí, existen excelentes opciones de alojamiento como los hoteles de Luna Salada y El Palacio de Sal. En el propio Salar de Uyuni también puede disfrutarse de visitas guiadas y algunos sitios de esparcimiento familiar, que comprenden un centro para los turistas, un restaurante, merenderos para almorzar y un sendero especialmente marcado para andar con seguridad por los alrededores.