Fue designada como “la peor construcción en la historia de la humanidad” por una importante revista de Estados Unidos y hasta el día de hoy, permanece como uno de los más grandes misterios de Corea del Norte. El Ryugyong Hotel se caracteriza por ser uno de los edificios más altos de la ciudad de Pyongyang.
Construido a base de hormigón y cristal, se erige como una gran pirámide con sus 105 pisos de altura y es una clara representación de las fallidas ambiciones del régimen norcoreano.
Todo comenzó en el año 1987, cuando Kim Il Sung autorizó el levantamiento de la torre, a fin de competir con el hotel más alto del mundo, ubicado por aquel entonces en Singapur y realizado por la compañía SsangYong Group.
Fue la empresa francesa Lafarge quien se hizo cargo de la edificación. Pero con la muerte del mandatario en 1994 y el final de la guerra fría, la misma se quedó estancada.
Fue Kim Jong Il quien trató de rescatarla, adjudicándosela el grupo Orascom, con sede en Egipto, cuando este quiso aprovechar el mercado de teléfonos móviles en Norcorea y así poder instalar sus redes.
En el 2011 completaron la fachada, pero los interiores permanecieron inconclusos, más que nada por el deterioro de los materiales y la complicación de los trámites. Desde entonces, ha permanecido cerrado y en relativo abandono.
Desde que comenzó su construcción, Ryugyong Hotel jamás ha abierto sus puertas.
No obstante fue una sorpresa el lunes 9 de abril, cuando la punta se iluminó reflejando los colores y forma de la bandera del país. A su vez, los bordes inclinados resplandecían en color amarillo. Hasta el momento, no se ha dado ninguna explicación del porqué de este acontecimiento.
¿Será que se plantean de alguna manera volver a aprovechar este inconcluso proyecto?