Es cierto que una de las reglas básicas para que cierto tipo de negocios tengan éxito es “el cliente siempre tiene la razón”; sin embargo, hay clientes que intentan abusar de esta expresión y llevan todo a los limites.
Si has trabajado en el sector de servicios es muy probable que te sientas familiarizado con la idea de un cliente haciéndole la vida imposible al trabajador. Muchos clientes creen que lo saben todo y llegan al extremo de atacar a los trabajadores con el propósito de comprobar que tienen la razón.
La historia que te contaremos en esta ocasión comienza con una mujer que trabaja en un aeropuerto en el mostrador del check-in, quien tuvo que responder de forma muy astuta a un pasajero furioso.
Todo comenzó cuando un vuelo que iba lleno se canceló a u último momento.
Una trabajadora de la aerolínea se tuvo que encargar de una fila bastante larga de pasajeros que estaban esperando para reservar un vuelo. De la nada, un pasajero salió bastante enojado, se metió en la fila y se acercó al mostrador. Aventó un billete al mostrador y dijo:
“Tengo que estar en el próximo vuelo y tiene que ser de primera clase”.
La trabajadora, de forma muy tranquila, dijo: “Lo siento, te voy a ayudar, pero antes tengo que ayudar a todas estas personas que llegaron antes que tú. Luego podemos encontrar juntos una solución a tu problema”.
El pasajero estaba bastante molesto y no quedo convencido con la respuesta de la trabajadora. Así que le preguntó alzando la voz: “¿Tienes alguna idea de quién soy?”
La trabajadora simplemente sonrío, se agarró el micrófono y dijo: “Atención, por favor. Tenemos a un pasajero en la puerta 14 que no sabe quién es. Si alguien nos puede ayudar con su identidad, favor de venir a la puerta 14.”.
Mientras la trabajadora decía eso todas las personas que estaban la fila comenzaron a reírse sin parar del hombre que quedó totalmente humillado y avergonzado.