Más que por el temible imperio que construyó con el tráfico de drogas, Joaquín Guzmán Loera, alias “El Chapo”, se ha convertido en todo un personaje gracias a las extravagantes tácticas de escape que usaba para eludir a las autoridades. Sus escondites parecen literalmente sacados de una película de espionaje.
Por mucho tiempo ni los drones, ni los perros entrenados, ni los operativos desplegados por la Marina, fueron suficientes para capturar al narcotraficante. Estos son los cinco lugares más insólitos donde llegó a esconderse:
Casas de seguridad. Se sabe que el Chapo Guzmán poseía al menos siete propiedades con todas las medidas de seguridad posibles. Altos muros de concreto, ventanas gruesas y a prueba de balas, cámaras de seguridad y televisión satelital, son tan solo algunas de las más extremas. Además cada una se hallaba resguardada por una puerta de acero, imposibles de derribar debido a las trancas del mismo material que estaban llenas con agua, lo que incrementaba su resistencia.
Túneles. No solo le fueron útiles para traspasar las drogas desde México a Estados Unidos. El criminal llegó a usar decenas de pasadizos subterráneos para conectar sus múltiples casas por toda la ciudad de Culiacán. Uno de sus túneles más famosos tenía un acceso oculto bajo la bañera, en su casa de la colonia Guadalupe, de la zona centro. El túnel llevaba al mismo sistema de drenaje municipal.
Alcantarillas. Los drenajes se convirtieron en un escondite infalible para el Chapo. Tras descubrir la existencia de pasadizos, el gobierno autorizó un gran operativo para verificar el conjunto de túneles existentes en los desagües, que conectaban con varios lugares de Sinaloa. De acuerdo con varios expertos en Ingeniería Civil, se trataba de una obra sobresaliente.
Cuevas. No siempre había oportunidad de esconderse permaneciendo en la ciudad, y mucho menos en ranchos lujosos. El reputado periódico El Universal afirmó que mientras se encontraba prófugo, Joaquín Guzmán llegó a pasar días escondido dentro de grutas tan oscuras y estrechas, que solo podía pasar si andaba a gatas.
La sierra. La cordillera michoacana fue otro de los sitios donde varias veces pudo ser capturado, específicamente en la Sierra del Triángulo Dorado. No cualquiera es capaz de sobrevivir aquí por varios días, pues el sol intenso y el terreno desigual, convierten esta zona en un peligro potencial para quien no está bien entrenado. De hecho, elementos armados de la Marina tuvieron que recorrer las montañas para descifrar su paradero.