Existe un lugar en la costa sudafricana, conocido por ser el punto más meridional del continente. Su nombre es Cabo Agulhas o Cabo de las Agujas, como se le conoce en español. Su descubrimiento se remonta 500 años atrás, cuando el explorador de Portugal Bartolomeu Dias, hizo historia al lograr una hazaña increíble para ese entonces: atravesar la península del Cabo.
Este hecho significó la apertura de un nuevo camino entre Europa y Asia hacia África, y específicamente hacia la India, de donde provenían las mejores oportunidades para comerciar.
En un principio, Dias bautizó a esta zona como “Cabo de las Tormentas”, nombre que más adelante sería reemplazado por “Cabo de Buena Esperanza” y finalmente se quedaría en el actual Cabo Agulhas. Aquí, el océano Atlántico y el Índico se fusionan, marcando una línea divisoria fácil de distinguir en los mapas.
El encuentro entre las corrientes cálidas del océano Índico con las aguas frías del Atlántico, provoca también que la frontera sea muy inexacta, pues esta varía en posición de la marea.
Para los turistas, el punto de visita más cercano es el pueblecito de Cape Point, que cuenta con un encanto único y múltiples establecimientos de souvenirs, además de vistas privilegiadas hacia el mar.
Otro sitio que es visitado con frecuencia, es el famoso Faro de Cabo de las Agujas; el segundo con más antigüedad en toda Sudáfrica, desde 1849. Actualmente sigue en funcionamiento y se encuentra abierto a todo el público.
Desde él, es posible observar el cruce entre ambos océanos.
¿Y por qué se llamó finalmente Cabo Agulhas? Todo se debe a la costumbre que los barcos portugueses tenían de guiarse por medio de brújulas. Los marineros constataban con asombro, que la aguja de este instrumento coincidía con el norte exacto justo al cruzar por este lugar.