En el archipiélago de las Bahamas y extendiéndose a lo largo de unos 180 km, se levanta la isla de Eleuthera, una franja que divide las aguas del mar Caribe y el océano Atlántico, cuyo contraste es evidente. El color turquesa y transparente del primero, compite fuertemente con la profundidad de su piélago opuesto, de un azul intenso e increíble.
Esta única franja es lo único que les divide, aunque hay un punto en donde las aguas de ambos se mezclan dando lugar a una transición impresionante. Se trata del Glass Window Bridge, un hermoso puente que cruza por encima de la única abertura existente entre las partes norte y sur de la isla de Eleuthera. Las dos regiones se hallan conectadas por un camino de hormigón que pasa sobre la roca natural, y que se ha vuelto un sitio muy visitado por los turistas año tras año.
Antes de esto, hubo un puente completamente natural que fue destruido con la fuerza de los huracanes que azotaron la región, en la década de los cuarenta.
Aunque el mismo fue restaurado después y tuvo que pasar por más de una reparación, siempre se ha mantenido en funcionamiento para permitir el paso de sus visitantes. No obstante, entre 1992 y 1999 se vio de nuevo sometido a los estragos ocasionados por los fenómenos naturales. Se sabe que esta zona, al estar rodeada de acantilados y arrecifes, es golpeada constantemente por las olas. Algunas de ellas son tan inmensas que no solo pueden arrebatar a la gente del camino, sino a vehículos que circulan por el Glass Window Bridge.
Es por eso que debe tenerse especial cuidado cuando se pasa por aquí.
De cualquier manera, Eleuthera se ha vuelto una atracción muy atractiva entre los amantes del mar. Su sola vista es extraordinaria.
En el archipiélago de las Bahamas.