En las últimas horas han salido una gran cantidad de rumores e información sobre la salida de Joaquín López-Dóriga de la programación de Grupo Televisa.
Recordemos que desde el mes de enero los directivos de Televisa habían acordado que el conductor del noticiero fuera reemplazado por Denise Marker después de la visita papal el pasado mes de febrero, aunque así no fue como ocurrió.
Cuando Dóriga anunció que saldría de Televisa, comentó que él lo había hablado con su familia e incluso con el dueño de la cadena de televisión, ya que estaba decidido a comenzar un nuevo camino. Pero aunque él lo haga sonar muy normal, todo esto está relacionado con las acusaciones de extorsión que se han hecho en su contra, además de que su esposa, Adriana Pérez Romo, también ha sido acusada por fraude.
El presentador del noticiero más popular de Televisa ha sido acusado de varios “crímenes”, pero el problema que su esposa tuvo con la heredera de Grupo Modelo, María Asunción Aramburuzabala, terminaron por hacer que todo estallara en la cara de la pareja. Ya que incluso Televisa se apresuró y se desligo de cualquier acto que el presentador haya hecho, además de que ahora que toda esta información había salido a la luz, la televisora comenzó el proceso para dejar que Dóriga se fuera.
El problema entre la heredera del imperio de Grupo Modelo y Dóriga y su esposa creció tanto que incluso comenzaron a atacarse en las redes sociales, pero Aramburuzabala no tenía nada que ocultar, afirmó que tenía más de mil millones de dólares en inversión de 14 proyectos y que por eso el presentador la trata como narcotraficante. Además comentó que “hay un enorme abuso del poder que se le da a un locutor al tener acceso a un medio. Ese poder lo usa para enriquecerse y extorsionar”.
Aunque Dóriga afirme que todo esto es porque tiene otros planes profesionales, no se puede ir con las manos limpias después de haberse embarrado tanto.