Entre los mágicos lugares que Camboya tiene que ofrecer a sus visitantes, encontramos la ciudad de Kampot.
Ubicada dentro de la provincia del mismo nombre y a solo 150 kilómetros de la capital de Nom Pen.
A diferencia de esta y otras tantas urbes en el territorio, se caracteriza por ser un lugar sereno y menos poblado, donde el ruido del tráfico no será un inconveniente para los turistas.
De hecho, es el destino más recomendado para quienes solo buscan un poco de paz y tranquilidad.
Su ubicación en las orillas del río Kam Chay, hace posible que se pueda disfrutar de pacíficos e increíbles atardeceres, mientras se toma algo en los muchos restaurantes y cafés que existen en las cercanías.
Uno de sus mayores atractivos es el Parque Nacional de Bokor, donde los visitantes podrán disfrutar de la flora y fauna locales del lugar.
Otro punto a tener en cuenta dentro de un recorrido inolvidable, es el Palacio Negro, conocido en la lengua local como Damnak Sla Khmao, que fuera construido por las autoridades francesas en el pasado.
Actualmente, ha sido convertido en un escenario habitual dentro del rodaje de diversas películas, aunque también fungió como casino.
Las Cataratas Popokvil conforman otro paisaje inolvidable para los amantes de la Naturaleza, que da cuenta de la diversidad existente en la región.
Y quienes disfruten de las actividades más relajantes o románticas, siempre tienen la opción de abordar un barco con sus parejas para dar un paseo a lo largo de Kam Chay, de preferencia antes de que se ponga el sol.
Kampot por cierto, es una ciudad que se ha vuelto muy célebre a causa de su pimienta, especia valiosísima para los lugareños.
Por lo tanto, también es posible organizar tours gastronómicos y para conocer la elaboración de tan exquisito complemento.