La historia que te contaremos ahora sucedió en Pasco County, una comunidad de Florida en la que se encuentran una gran cantidad de personas desamparadas.
Fue en ese pueblo en dónde el pastor Ronnie Stewart y su esposa Krystal abrieron una iglesia, ya que sabían muy bien que la comunidad estaba sufriendo y querían hacer todo lo que estuviera a su alcance para ayudar.
Luego de unos meses y gracias al apoyo de Metropolitan Ministries, la iglesia ya estaba abierta y ayudando a la comunidad. Dos días a la semana se preparaba alimento para más de 500 personas, se les daba artículos de aseo personal y ropa.
Un viernes como cualquiera Krystal se encontró con dos pequeños que estaban jugando cerca de la iglesia, uno de ellos tenía dos años y el otro tenía tan solo 7 meses. Esos pequeños vivían con sus padres en una casa de campaña que estaba muy cerca.
Krystal vio que dentro de poco tiempo una tormenta azotaría la zona, y pensó que esos dos pequeños tendrían que enfrentarse a la tormenta dentro de una frágil casa de campaña. Así que le propuso a Ronnie ir con sus padres, quienes estaban drogados y no tenían interés en ir a un refugio, y preguntarles si les molestaría si los niños pasaban la noche en su casa, en donde estuvieran calientes y protegidos. Los padres aceptaron la ayuda sin pensarlo dos veces.
Al día siguiente les regresaron los niños a sus padres y rezaron porque pudieran encontrar un buen hogar dentro de poco, pero no se imaginaban los que estaba por ocurrir
Solo había pasado un día desde que los niños pasaron la noche en casa y Ronnie fue abordado por los padres y un trabajador social, quien le mostró una orden del juez, en la cual se determinaba que los niños tenían que ser retirados del pobre cuidado de sus padres. Los padres le preguntaron a Ronnie si los niños podían pasar un tiempo en su casa para evitar que tuvieran que ir a un refugio.
Ronnie aceptó y se llevó a los niños a su casa, cargando al bebé en sus brazos. Luego de cuidarlos durante 5 meses tuvieron que tomar la decisión de adoptarlos o dejarlos ir a un refugio. Decidieron adoptarlos y darles una buena vida y mucho amor.