La saludaba cada mañana desde su ventana, pero un día no la vio y supo que algo le había ocurrido

Una de las profesiones más infravaloradas que existen en nuestra sociedad, es la de los policías. Simplemente no sabemos apreciar todo el esfuerzo que estas personas hacen por ayudarnos y protegernos, y no muy a menudo reciben recompensas o agradecimientos por ello.

Jeff Colvin, es uno de esos oficiales que siguen creyendo en cuidar de la sociedad sin esperar nada a cambio. Hace veinte años le salvó la vida a una pequeña niña. Y ahora, ella volvió a buscarlo para darle las gracias.

La saludaba cada mañana desde su ventana, pero un día no la vio y supo que algo le había ocurrido

Foto © Bambus

Klynn Scales reconoce que no tuvo una infancia fácil. Al igual que sus hermanos pequeños, tuvo que crecer en un barrio donde imperaban la delincuencia y las drogas. Su familia no tenía muchos recursos y en ocasiones tenía que robar comida para sus hermanitos. Aun así, recuerda como todas las mañanas se asomaba a su ventana y saludaba con una sonrisa a Colvin, quien hacía su ronda por el lugar.

La saludaba cada mañana desde su ventana, pero un día no la vio y supo que algo le había ocurrido

Foto © Bambus


Él siempre le respondía de la misma manera. Un día, al pasar frente a la casa de Klynn, él notó que la niña no estaba en el lugar acostumbrado. Cualquier persona no le habría concedido importancia, pero él tuvo un presentimiento de que algo no estaba bien.

La saludaba cada mañana desde su ventana, pero un día no la vio y supo que algo le había ocurrido

Foto © Bambus

De modo que tocó a la puerta de su casa, pero nadie contestó. Preocupado, abrió la puerta. No había ningún adulto en el domicilio. Al entrar, encontró a Klynn en su habitación, gravemente enferma y con señales de desnutrición. De inmediato llamó a Emergencias y la pequeña fue trasladada al hospital.

La saludaba cada mañana desde su ventana, pero un día no la vio y supo que algo le había ocurrido

Foto © Bambus

Ese día, Colvin salvó la vida de alguien que no podía defenderse. Dos décadas más tarde, ambos se reencontrarían en un emotivo momento, donde Klynn finalmente pudo darle las gracias.

“En esos días difíciles, creía que había un poco de luz al pensar que él estaba ahí para nosotros”, declaró ella.

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