Después de mucho trabajo de conservación se ha logrado llegar a este exitoso punto. El número de tortugas verdes (Chelonia mydas) ha aumentado considerablemente en los últimos cuarenta años en Florida, Estados Unidos y en la costa del Pacifíco de México.
En ese momento, el Servicio Nacional de Pesca Marina (NMFS) y el Servicio de Pesca y Vida Silvestre están de acuerdo en clasificar a la tortuga como fuera de peligro de extinción.
Ahora la situación se ha invertido, las tortugas marinas verdes están ahora en peligro de extinción en todo el mundo y sólo amenazadas a lo largo de la costa de Florida y la costa del Pacífico de México.
En 1978 había sólo unas 100 tortugas verdes en la Florida, pero ahora hay más de dos mil hembras anidadoras.
Más allá de las amenazas humanas, tales como redes de pesca, las tortugas marinas verdes deben luchar contra el cambio climático, la pérdida de hábitat, las enfermedades y los desechos marinos. Además los lugares que anidan tienen que ser vigilados para evitar que los huevos sean robados por desaprensivos.
Este nuevo cambio no sólo reclasifica el estado de algunas poblaciones de tortugas, también divide la población de tortugas verdes en todo el mundo en 11 subpoblaciones distintas, para permitir que los conservacionistas organizan mucho mejor su tarea.
Siguen siendo oficialmente una especie «en peligro», lo que significa que todavía queda trabajo para ayudarlas. No ha habido un debilitamiento de las regulaciones para protegerlos. Todas las protecciones están todavía en el mismo punto. Pero la situación no es tan critica como en el pasado.
Las tortugas marinas verdes pueden tener más de un metro de largo y pueden vivir hasta cien años.