Entre 1960 y 1980, una botella fue lanzada al mar con un mensaje adentro, tal y como en las películas de náufragos. El papel, visto desde fuera, tenía un único mensaje: “Mira adentro”. Cuando Clint Buffington la encontró en el 2011, en una costa de las islas Turcas y Caicos, no se lo podía creer. Pero se impresionó aún más después de sacar la carta y leer su contenido.
“Devolver a… en el 419 Ocean Boulevard y recibir una recompensa de 150 dólares de Tina, dueña de Beachcomber”, rezaba la misiva.
Así que lleno de curiosidad y sin dudar por un instante, Clint se hizo a la tarea de hacerle llegar la carta a su dueño. Aunque no fue sencillo. Para empezar, tuvo que poner mucho empeño en leer el mensaje, pues estaba completamente empapado y algunas de las letras se habían borrado.
Además, la calle que se indicaba en la dirección existía en varios estados diferentes: Florida, Georgia, Carolina del Sur, Carolina del Norte, Washington, Oregón, Nueva Hampshire y California.
Tuvo que poner atención al nombre “Beachcomber”, que resultó ser el de un hotel ubicado en Hampton, Nueva Hampshire.
Luego de hacer averiguaciones, Clint supo que el lugar le pertenecía a dos personas llamadas Tina y Paul, que habían tirado la botella al mar cuando su hotel todavía estaba en funcionamiento. Recientemente, en el mes de octubre fue capaz de encontrarse con la hija del matrimonio para darle la carta.
La mujer se llamaba Paula Pierce y quedó muy conmovida luego de recibirla. Ella afirmó sentirse identificad de nuevo con su pasado y haberse echado a llorar, mientras sentía como un escalofrío le recorría la espalda.
De alguna forma, sus padres se las arreglaron para seguir en contacto con ella.
Clint por su parte, fue recompensado con los 150 dólares prometidos.