El Instituto Emerson de Oklahoma, es una de las escuelas más antiguas de este lugar en los Estados Unidos y al parecer, guardaba muchos más secretos de los que sus estudiantes eran capaces de imaginar. Hace poco, las autoridades escolares decidieron que debían instalar nuevos pizarrones para los alumnos, por lo cual llamaron a un grupo de obreros.
Lo primero que tenían que hacer, era derribar el muro donde las pizarras viejas estaban instaladas para colocar las más recientes. Un trabajo que debía hacerse con sumo cuidado, debido al valor histórico de la construcción.
Jamás se imaginaron que esto les llevaría a descubrir un tesoro bastante original.
Tan pronto como quitaron los pizarrones, se dieron cuenta de que debajo de ellos, había otras pizarras negras que eran mucho más antiguas, datando del año 1917. Sin embargo lo sorprendente no fue eso, sino descubrir que sobre ellas todavía había dibujos y apuntes tan perfectamente conservados, que era como si no hubiera pasado el tiempo.
Para la directora del plantel Sherry Kishore, contemplar aquello fue como experimentar un fascinante viaje en el tiempo. Tanto así, que no fue capaz de contener las lágrimas.
Las pizarras mostraban dibujos que hacían referencia a cosas de la época, como los barcos de entonces y hasta la silueta de una niña con ropas antiguas, que estaba junto a un pavo. Se cree que el Día de Acción de Gracias se encontraba muy cerca.
Otras de las cosas que estaban anotadas eran tablas de multiplicar, música, y oraciones estructuradas del modo en el que se hablaba durante la década del 1900.
Hoy, el estado tiene planes de preservar estas pizarras para que las nuevas generaciones sean capaces de ver como estudiaban los niños de antes. Sin lugar a dudas, esta una de las evidencias históricas más increíbles que podría tener cualquier museo.