¿En algún momento de tu vida te ha dado un ataque de risa? De esa que no puedes controlar, aunque pienses en calmarte y en otras cosas. Lo peor de este tipo de risas es que en muchas ocasiones suceden en los momentos menos indicados, en situaciones que necesitan de seriedad y respeto, como es el caso de una boda.
En la historia que tenemos aquí los dos novios estaban en el altar, a punto de consumar su matrimonio cuando sucedió algo que hizo que toda la iglesia riera, pero el novio tuvo problemas para calmarse y dejar de reírse.
El origen de la risa si fue muy gracioso. Los novios estaban en el altar junto al cura y el padrino. En el momento en que el padrino se aproxima a la pareja para entregar el anillo, se le cayeron los pantalones.
Instantáneamente, tanto la novia, el novio, el cura y todos los presentes comenzaron a reír con esfuerzos de aguantarse la risa y no hacer mucho ruido.
Esta situación hubiera terminado rápidamente si todos los presentes se hubieran dejado de reír a los pocos segundos, pero claro, eso no fue lo que paso, ya que el novio no podía parar de reír. Tal vez el momento de su amigo se le junto con sus nervios, o simplemente se le hizo demasiado gracioso, pero no podía parar de reír.
Durante el resto de la ceremonia el novio no podía controlarse y dejar de reír y su risa se les pagaba a las demás personas, ya que incluso la dama de honor no podía dejar de reír.
En el video se puede ver todo, desde el momento en que al padrino se le caen sus pantalones y un poco más de la ceremonia en donde se ve que el novio es incapaz de dejar de reír.