Cuando llegó el momento de embarcar, los clientes de un vuelo de la empresa aerea canadiense WestJam se encontraron con una sorpresa -que no iba a ser la última del viaje-, en medio del aeropuerto apareció una caja gigante con una pantalla de video donde un Papa Noel vestido de azul les preguntaba qué querían para Navidad.
Uno a uno, los pasajeros fueron pasando y contando sus deseos. Algunos pidieron medias y ropa interior y otros se arriesgaron y dijeron que querían un televisor gigante…nadie imaginó lo que iba a suceder.
Mientras el avión despegaba, los empleados de la compañía de Hamilton y Toronto -de donde salió el avión- pasaron los pedidos a sus compañeros del lugar de destino que Calgary quienes compraron todos los ítems de la lista, los envolvieron en un papel de regalo igual que el de la caja gigante y pusieron los nombre de cada uno de los pasajeros.
El momento mágico de la Navidad llegó cuando los clientes se acercaron a la cinta de equipaje. El lugar estaba todo decorado con motivos navideños, pero todo cambió cuando sonó una sirena, se prendieron las luces, empezó a caer falsa nieve y la cinta se llenó de paquetes de colores con sus nombres.
La emoción se notó en cada uno de los rostros que iban recibiendo su regalo: tickets de avión para visitar a la familia, ropa, jueguetes, electrónica. La sorpresa final llegó cuando apareció el televisor gigante, y una familia pudo comprobar que los milagros de Navidad existen.