Durante el lunes que siguió a la terrible masacre en el club gay de Orlando, doce perros de raza Golden Retriever llegaron a la ciudad de Florida con una tarea muy especial: brindar apoyo a los sobrevivientes. Aunque desafortunadamente muchas personas murieron en el incidente, se reportaron varios heridos que todavía continúan recuperándose en el hospital. Para ellos, la visita de estos animales significó bastante.
Dichos perros forman parte del equipo K-9 Comfort Dogs, un programa iniciado por las Iglesias Luteranas de Northbrook, Ill. Fundado en el año 2008, los animales que forman parte de él han sido especialmente entrenados para brindar cariño incondicional y consuelo a la gente que está pasando por un momento difícil.
A menudo, los canes visitan hospitales, colegios y hasta aeropuertos para calmar a las personas que lo necesitan. Otra de las tragedias en las que se hicieron presentes, fue durante el bombardeo del Maratón de Boston en el 2013.
Familiares de quienes resultaron heridos en la masacre, han comentado lo mucho que estos perros han servido para que ellos puedan desahogarse.
“Tuvimos a un montón de personas que comenzaron acariciando a un perro y luego rompían a llorar”, comenta Tim Hetzner, presidente de la caridad y cabeza de esta iniciativa.
La mayoría de las veces, los pacientes no se podían levantar de la cama, por lo que era necesario llevarles a los perros y hacer que se recostaran a su lado para brindarles confort. Ellos están entrenados para no ladrar, saltar ni hacer movimientos bruscos, por lo que es liberador poder abrazarlos.
Si bien no se ha demostrado al 100% que estos animales especiales produzcan beneficios a largo plazo, los médicos coinciden en que tenerlos al lado es bueno para reducir los sentimientos de depresión y ansiedad, así como los síntomas de un desorden post-traumático.