El aspecto de Jesús de Nazareth es un enigma en el que hasta ahora, los historiadores no han logrado ponerse de acuerdo.
Y es que la imagen tradicional de un hombre blanco y de cabello que se tiene de él, es tan solo una invención que comenzó a arraigarse en el siglo VI D. C. Ahora, el descubrimiento de una antigua moneda podría poner fin a las suposiciones.
El objeto en cuestión se remonta al siglo I D. C. y ha sido analizado por Ralph Ellis, un historiador de Gran Bretaña.
De acuerdo con Ellis, la moneda mostraría el rostro del rey Manu de Edessa, reino que se levantaba en el territorio de Turquía. Años de investigación le han permitido aseverar que él y Jesucristo podrían ser la misma persona, pues el monarca era conocido con dos nombres: “Izas Manu” y “Jesús Emmanuel”.
El especialista ha añadido que además, existen ciertos paralelismos entre las vidas de ambos personajes que no pueden ser coincidencia.
A su teoría se ha añadido otra moneda del siglo III con el relieve del rey Abgarus XI, quien fue descendiente de Izas Manu y al que se le puede ver portando una corona de espinas, igual que la que le pusieron a Jesús al ser crucificado. Está era solamente reservada para los grandes reyes de Edessa.
Otra señal importante que reforzaría su teoría, es el hecho de que a Jesús lo forzaron a usar una túnica morada durante el camino hacia su crucifixión; aunque este era un atuendo que solamente podían portar los emperadores romanos.
Si bien tales aseveraciones podrían resultar controversiales para la historia, Ellis insiste en que Jesucristo o Izas Manu, era un rey no solo en el sentido figurativo de la palabra. Inclusive ha dicho que podría tratarse de un monarca que intentara derrocar al Imperio Romano.