Los pueblos mexicanos con los nombres más graciosos y originales

Más allá de sus grandes metrópolis y ciudades comunes, México es un país diverso y fascinante, gracias a los miles de pueblos que lo conforman. La gran mayoría son completos desconocidos, sin embargo, entre ellos podemos encontrar algunos realmente ingeniosos, que derivan del lenguaje coloquial que sus habitantes han hablado por generaciones.

Si te gusta viajar por la República Mexicana para descubrir nuevos lugares, quizá algún día consideres visitarlo. A continuación te los presentamos.

Los pueblos mexicanos con los nombres más graciosos y originales

 

Chinches Bravas – San Juan del Río, Quéretaro

 

Es una comunidad pequeña, que cuenta con solo veintisiete habitantes. Se dice que cuando sus primeros pobladores se establecieron, quedaron sorprendidos al encontrar una gran cantidad de chinches en el asentamiento. De ahí su nombre tan curioso.

 

La Nalga de Ventura – Valle de Santiago, Guanajuato

 

En realidad está registrado como “Rancho de Guadalupe”, no obstante todos los lugareños lo conocen como “La Nalga de Ventura”. Viven en él 217 personas, de las cuales 112 son mujeres y 105, hombres.

Su nombre probablemente, se deba a algún detalle geográfico de la región que tenga forma de nalga o bien, a una de sus primeras habitantes, apellidada precisamente Ventura.

 

Las Tetillas – Chignahuapan, Puebla

 

Al oeste de la ciudad poblana de Chignahuapan se alza esta comunidad habitada por solo diecisiete personas, que viven en cuatro casas. Al norte del diminuto poblado, se pueden apreciar un par de cerros que simulan la forma de dos pechos femeninos; de ahí su nombre.

Y es que es muy común que en los pueblos pequeños, la gente se base en la geografía local para bautizarlos.

 

Pitorreal – Bocoyna, Chihuahua

 

Existe una leyenda local que gira en torno a una piedra, situada a solo cuatro kilómetros de este poblado, a un lado de las vías del tren. Dicha roca se destaca por tener la forma de un órgano sexual masculino. Se dice que los fundadores se basaron en él para nombrar a su comunidad.

No obstante esta versión, el nombre también podría deberse a un pájaro local ya extinto, que se llamaba del mismo modo.

 

Lengua de Buey – Los Cabos, Baja California Sur

 

Se trata de una aldea de cinco personas, ubicada en una región llena de ranchos. Allí, la ganadería es la principal actividad económica junto con la agricultura, y debido a esto se pensó en dicho nombre, que en realidad no es el único.

Otras comunidades mexicanas han sido bautizadas con motes como Lengua de Vaca u Ojo de Buey por la misma razón.

 

El Chingadazo – Gómez Farías, Tamaulipas

 

Esta expresión popular, normalmente es utilizada para referirse a un golpe; ya sea dado por uno mismo u otra persona, Se piensa que alguna pelea del pasado fue el motivo para que bautizaran de dicha manera a este pueblo, que se ubica muy próximo a Ciudad Mante.

 

Válgame Dios – Badiraguato, Sinaloa

 

En la cordillera que separa Chihuahua y Sinaloa, nos encontramos con este pueblito en el que viven veinte hombres y veintinueve mujeres. Su nombre, derivado de una exclamación popular de asombro, probablemente se lo pusieron los primeros pobladores al quedarse compactados por la dureza del suelo.

 

La Verija – Carácuaro, Michoacán

 

Habitada por quince personas únicamente, esta aldea se ubica en el valle de Tierra Caliente, conocido por sus altas temperaturas en verano. El calor puede subir hasta los 50º grados.

Toda la región está ocupada por comunidades con nombres muy graciosos, que hacen referencia a la geografía local o a la personalidad de sus habitantes más famosos. En “La Verija”, se suele llamar a sus ocupantes “verijosos”.


 

Está Cabrón

 

Es muy de mexicanos pronunciar esta frase malsonante, cuando se hallan ante una situación o tarea extremadamente difícil. En el caso de este pueblito fantasma, la misma podría aplicarse literalmente a las vidas de sus antiguos pobladores. 

Todos ellos se dedicaban a la ganadería y la agricultura. Con el paso del tiempo fueron emigrando a las ciudades o al extranjero, debido a la falta de oportunidades económicas.

El lugar sigue abandonado hasta la actualidad y se desconoce quien lo nombró, el cómo y el por qué.

 

El Infierno – Río Bravo, Tamaulipas

 

Río Bravo es otra región de la república donde las temperaturas veraniegas pueden ser insoportables, sobrepasando los 35º grados. Especialmente en el mes de Agosto. De ahí que sus habitantes, —veintinueve en total—, se hayan inspirado para ponerle un nombre tan peculiar.

Curiosamente no es el único “infierno” en México. Hay aldeas llamadas igual en Sonora y Campeche.

 

El Infiernillo – Pénjamo, Guanajuato

 

Con más de 700 habitantes, este sí es un pueblo en toda regla, ubicado a 1695 metros de altitud sobre el nivel del océano. Se cuenta que sus primeros ocupantes lo pasaron tan mal, que irónicamente decidieron bautizarlo como “El Infiernillo”.

 

Rancho sin Fortuna – Amealco de Bonfil, Querétaro Arteaga

 

La explotación ganadera es la principal fuente de empleo dentro de este pueblito, en el que resulta imposible cultivar. Fue su fracaso en el campo lo que hizo que las primeras generaciones recurrieran a un nombre tan curioso como pesimista.

Hoy en día, solo viven en él diez personas.

 

La Chingada – San Gabriel, Jalisco

 

Los mexicanos poseen una frase coloquial por excelencia para rechazar a alguien. La gente de esta localidad jalisciense se lo tomó demasiado en serio cuando lo registró ante las autoridades 

Por cierto, la palabra como tal se usaba para designar abusos y violaciones que tristemente, las mujeres sufrían en sitios rurales hace muchos años, cuando dicha clase de violencia era normalizada. Curiosamente hay otros pueblos que se llaman igual, en estados como Campeche o Veracruz.

El caso es que si alguna vez alguien te dice que te vayas a tú sabes donde, ya sabes a donde llegar.

 

Hueso de Puerco – Centro, Tabasco

 

Con 639 habitantes, este pueblito cercano al río Teapa fue alguna vez un gran productor de carne porcina. Fue eso lo que provocó que se le conociera de este modo.

Hoy en día su actividad ganadera ha decrecido bastante.

 

El Purgatorio – Tepehuanes, Durango

 

Es un pueblito muy lindo y rodeado por un hermoso paisaje en las montañas, ya que se ubica a más de 1,500 metros de altura. Parece que está a muy pocos pasos del cielo, lo que inspiró a sus primeros habitantes a llamarlo “El Purgatorio”.

 

Salsipuedes – Francisco Z. Mena, Puebla

 

“Salsipuedes” es un topónimo frecuente en los países americanos de habla hispana, desde la época de los españoles. En esta comunidad hay 178 personas, aunque ninguna de ellas tiene problema para salir cuando quiera. Algunos creen que el nombre se refiere a algunos personajes importantes que fueron encarcelados, o bien, a lo complicado que puede ser marcharse a pie, debido a la irregularidad geográfica del sitio.

En todo México hay treinta y seis pueblos en total que ostentan dicho nombre. Es común encontrarlos al final de desviaciones en las carreteras principales. De hecho, muchos turistas los recorren por entretenimiento, al ver los letreros que indican su proximidad en el camino.

 

La Puerta del Coche – San Marcos, Jalisco

 

Con 114 habitantes, los orígenes de este pueblo se remontan a la época de los carruajes y los coches tirados por caballos, que por aquel entonces eran el vehículo más común.

Algún incidente que involucraba la puerta de alguno, debe ser la razón de que hasta hoy día a la comunidad se le llame de esta forma.

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