Parte de establecer una buena relación con tus finanzas, consiste en hacerte cargo de tus adeudos, en especial cuando aún estás a tiempo. Prevenir el déficit y establecer un buen fondo de retiro, será el siguiente paso para conseguir la estabilidad que mereces.
Vivir sin deudas es posible, si tomas en cuenta los consejos a continuación:
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Elabora un presupuesto detallado
El primer paso es hacer un ajuste de tus pagos habituales, anotando lo que gastas mensualmente y de cuanto es el ahorro a tu favor. Esto te dará una idea de que tipo de gastos puedes eliminar o disminuir. No importa cuán pequeña sea la cantidad, ¡todo suma!
Siempre se puede negociar
Toda institución financiera toma sus medidas en cuanto a los préstamos personales, con el fin de evitar retrasos. Lo ideal es quedar en persona y hablar honestamente sobre tu situación, proponiendo un abono mensual que se ajuste a tus posibilidades.
Establece un plan con metas específicas
La mejor forma de aprovechar tu solvencia, es detallar las cantidades que puedes pagar con fechas específicas. De este modo, sabrás en cuanto tiempo estarías liquidando cada una de tus deudas y cómo administrar el dinero del que dispones.
Considera los créditos de liquidez
Los créditos de liquidez en última instancia, puedes apoyarte en tu patrimonio para solicitar 1 solo crédito más, con la finalidad de liquidar todas las demás deudas y conservar 1 sola deuda con plazos y tasas de interés más convenientes.
Consigue ingresos adicionales
Cuando tu salario no te da para llegar a fin de mes, existe la posibilidad de ganar algún dinero extra. Vender productos de uso regular (gadgets, cosas del hogar, cosméticos y cuidado personal, etc.) y/o comida preparada, da buenos resultados en poco tiempo.
Evita empeñar tus pertenencias
Todo empeño implica una deuda más a corto plazo, y suele conllevar altos intereses, (por no mencionar el riesgo de perder tus cosas). Visto de tal manera, comprenderás que vender tus bienes sea una alternativa segura y preferible.
Disminuye el uso de tus tarjetas de crédito
La disponibilidad de crédito puede orillarte a gastar compulsivamente. Una sana decisión será prescindir de cualquier tarjeta de crédito, hasta que hayas concluido con tus deudas (por lo menos la mayor parte).
Abre un fondo de emergencias
Guardar una parte de tus ingresos será útil cuando tengas que afrontar gastos inesperados, (viajes, accidentes, reparaciones, cirugías necesarias, etc.) La falta de un fondo de ahorro constituye un motivo común por el cual la gente adquiere nuevos adeudos.
¿Qué deudas deben pagarse primero?
Cuando se trata de priorizar el déficit, existen dos métodos muy recomendables:
- Bola de nieve. Implica pagar las deudas de menor a mayor, comenzando con el abono mínimo para cada una (excepto la más pequeña de todas).
- Avalancha. El primer préstamo a cancelar será el que tenga la tasa de interés más alta, manteniendo pagos mínimos para el resto.
Optar por alguno dependerá de tu situación personal y el tipo de adeudos que hayas contraído, puesto que ambos cuentan con sus pros y sus contras.