“Bebé arcoíris” es un término que se usa para aquellos bebés que llegaron a una familia después de que otro bebé haya muerto anteriormente durante el embarazo, el parto o posteriormente.
Está claro que la pérdida de un bebé no se compensa del todo con la llegada de una nueva persona, pero es un hecho que un bebé trae felicidad y dicha a la familia, un rayo de luz que ilumina ese camino que ya se había puesto muy oscuro.
Hope y Hunter eran un matrimonio que ya había sufrido la terrible pérdida de dos bebés, el camino se había vuelto muy oscuro, triste y complicado, pero llegaría un nuevo rayo de luz a su vida, ya que la pequeña Evelyn nació el 11 de marzo, un bebé saludable que es considerado un bebé arcoíris.
Hope ya había sufrido de dos abortos espontáneos, los cuales la sumergieron en una terrible depresión, razón por la que no podía creer la gran felicidad que sentía cuando cargó en sus brazos a Evelyn por primera vez.
El primer aborto se dio cuando ya estaba en una etapa avanzada del embarazo, mientras que el segundo aborto sucedió durante el segundo mes del embarazo, el médico les dijo que el corazón del bebé ya no estaba latiendo.
Hope comentó que durante el segundo embarazo todas las visitas al doctor eran casi una tortura por el miedo, miedo que se hizo mucho más intenso cuando perdió al segundo bebé, por lo que durante el embarazo de Evelyn siempre se encontraba con miedo y muy tensa por perder al tercer bebé.
Hunter confesó que tenían mucho terror y muchas dudas con respecto al estado de Evelyn, pero cuando escucharon del médico que todo iba bien y que dentro de poco recibirán a Evelyn sin complicaciones no lo podían creer.
Por eso Evelyn se ha convertido en lo mejor de sus vidas y en ese rayo de luz que ha iluminado su camino.