Por sorpresa nos tomó saber que este pasado 22 de mayo, la actriz Leonorilda Ochoa había fallecido después de sostener una ardua lucha contra el Alzheimer, enfermedad que la aquejaba hacia años y que la había mantenido lejos del espectáculo durante la última etapa de su vida, tras habernos obsequiado con tantas risas a lo largo de su trayectoria.
Nacida el 30 de octubre de 1939 en la Ciudad de México, en un principio no se había imaginado que llegaría a convertirse en una de las comediantes más destacadas de su época.
Habiendo ingresado a estudiar la carrera de Contabilidad, abandonó la escuela en su segundo año para dedicarse a su recién descubierta pasión por el arte de la actuación.
Tras tomar clases de actuación con el maestro Ángel R. Esquivel, debutó en el cine de su época con la película El dengue del amor en 1965, iniciando así una carrera en el mundo del espectáculo. Algunas de sus participaciones más recordadas se dieron en pequeñas cintas como Se me hizo agua la canoa, Cazadores de espías y por supuesto, Los Beverly de Peralvillo, donde interpretó el que muchos consideran su mejor papel, conocido como la Pecas, al lado de Guillermo Rivas “El Borras”.
El ámbito de las telenovelas también se vio beneficiado con sus dotes artísticas. Antes de su retiro pudimos verla interpretando un personaje secundario en Rubí, con Bárbara Mori, y haciendo el que sería su último papel en Código Postal, historia dirigida al público juvenil.
Este mismo lunes, se informó sobre la noticia de su muerte, la cual según los informes, se produjo en paz y mientras guardaba cama en su casa de descanso a las 4:25 de la tarde.
Su ausencia deja un hueco difícil de llenar y un muy bonito recuerdo para quienes tanto se rieron al mirarla en la pantalla chica.