Aceptémoslo, hay días en los que uno solo quisiera escapar de todo el bullicio que se vive en las grandes ciudades y acudir en un lugar más tranquilo, como una casita de campo o una carpa bajo las estrellas.
Sin embargo no todos pueden darse ese lujo. A menos que sean como Emma Orbach, una mujer de Gales que tras graduarse de Oxford, decidió que la vida de ciudad no era para ella.
De modo que se gastó solamente 800 euros para comprar una cabaña arruinada, hecha con paja, madera y barro. La limpió, las restauró y allí se instaló desde 1999, para vivir como una ermitaña sin grandes comodidades, pero sí con todo lo que necesita.
Jamás tiene que salir a comprar víveres. Se alimenta con lo que crece en su huerto, así como con los huevos de sus gallinas y la leche de sus cabras. Si quiere acercarse a la ciudad o a cualquier otro sitio, lo hace a caballo. Tampoco se ha olvidado de la buena higiene, así que calienta agua en una fogata para poder bañarse.
El único gasto que tiene que hacer mensualmente, es el de pagarle 63 euros al ayuntamiento más cercano, para que le permitan conservar su propiedad en medio de la Naturaleza.
En conclusión, se ha convertido en una mujer que no depende de nadie y lo más importante, es que su modo de vida es autosustentable.
Pero no todos tendrían el valor de hacer lo que ella hizo.
A pesar de que muchos pensarían que Emma es una antisocial, lo cierto es que ya ha recibido en más de una ocasión a invitados en su hogar, quienes se quedan encantados por su estilo para vivir. No tiene que trabajar para nadie más que sí misma, es saludable y hace lo que quiere.