El diario estadounidense ‘The Washington Post’ ha informado que, a lo largo de la semana pasada, los agentes de inmigración de Estados Unidos lograron detener a cientos de inmigrantes indocumentados en varias de las ciudades más importantes del país.
Se llevaron a cabo fuertes operativos en los que las autoridades de inmigración lograron detener a más de 160 personas en Los Ángeles, mientras que en Atlanta detuvieron a otras 200 personas.
El director del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas, David Marin, comentó que este tipo de operativos seguirán llevándose a cabo en ciudades como Chicago, Carolina del norte, Carolina del Sur y Nueva York, y que se usarán métodos más duros que en los años pasados, aunque no serán métodos violentos, para detener a todos los inmigrantes que se resistan a ser atrapados.
Durante su informe, también se tomó un poco de tiempo para confirmar que la mayoría de las personas que fueron detenidas y deportadas en dichos operativos son de origen latinoamericano, destacando el hecho de que la mayoría de ellos ya cuentan con antecedentes penales.
Sin embargo, lo más lamentable y lo que más llamó la atención de lo que dijo, fue sobre las recientes declaraciones que han hecho importantes miembros del gabinete del presidente Donald Trump, quienes han asegurado que en cuanto comience el próximo mes de marzo las redadas y operativos en contra de los inmigrantes se multiplicaran, alcanzando a niño, mujeres y adultos mayores, de forma que ningún inmigrante ilegal tenga posibilidades de permanecer en el país.
Este tipo de acciones ya ha comenzado a provocar grandes movilizaciones por parte de la comunidad latina en Estados Unidos, además de que varios países del mundo también han mostrado su gran descontento en contra de las políticas que está tomando el Gobierno de Estados Unidos.