Se trata de la primera especie originaria del Valle de México, la cual vive en espacios donde el ser humano acumula objetos y basura.
Un grupo de universitarios descubrieron una nueva especie de araña violinista, la primera considerada originaria de la región del Valle de México.
Con ello, el país se coloca como el más diverso en cuanto al número de esa especie, al contar con 40 de las 140 que hay en el mundo de ese género (loxosceles) de araña, informó en un comunicado la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
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Alejandro Valdez-Mondragón, académico del Instituto de Biología de la máxima casa de estudios, informó que esa especie fue identificada por las estudiantes Claudia Navarro, Karen Solís, Mayra Cortez y Alma Juárez, quienes cuentan con una beca para realizar estudios sobre la taxonomía integrativa del género de araña loxosceles.
Detalló que como parte del estudio realizaron análisis de morfología, geométrica, y de carácter ecológico.
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— Sala de Prensa UNAM (@SalaPrensaUNAM) December 2, 2019
«En la investigación nos enfocamos a la taxonomía, biología molecular, morfología, morfometría, conducta, distribución y otros aspectos relacionados con estas arañas», explicó.
Dicha especie vive en zonas urbanas y principalmente en áreas antropizadas, es decir, en espacios donde el ser humano acumula objetos y basura.
En época de lluvias los machos buscan a las hembras en sus telarañas, y como son de hábitos nocturnos y errantes, pueden esconderse entre la ropa, los zapatos o en una cama, dijo.
La mejor manera de evitarlas es mantener limpio nuestro hogar y libre de escombros.
Estas arañas son tímidas y evitan el contacto humano, pero si se sienten amenazadas reaccionan mordiendo, porque es su mecanismo de defensa.
La mordedura de este arácnido tiene características muy comunes: empieza con una llaga que se torna morada y rosada alrededor. Sin embargo, es difícil identificar el cuadro clínico porque comúnmente la mordedura no es dolorosa y se puede confundir con una infección cutánea, picadura de insecto o urticaria.
Finalmente, en caso de mordedura, de ser posible, recolectar el ejemplar para saber a qué especie pertenece y acudir al médico para que determine si es necesario administrar un antihistamínico, desinflamatorio o suero específico (faboterápico).