Micronesia no es un lugar del que se escuche hablar muy a menudo, sin embargo, este pequeño destino situado en medio del Océano Pacífico es uno de los preferidos por muchos turistas debido a su paradisíaca presencia y su clima excelente.
Aquí se halla también uno de los lagos más espectaculares del mundo: Truk. Lo que lo vuelve tan importante es la cantidad de vestigios sumergidos en el fondo y que datan de una época tan dura como la de la Segunda Guerra Mundial.
Ubicado a 1,700 kilómetros de la isla de Guinea, este yacimiento submarino cuenta con preciosas barreras de coral que han contribuido a formarlo como un cementerio acuático.
Y es que en el interior se puede encontrar prácticamente de todo: desde submarinos hasta tanques de guerra, pasando por vagones, aviones de combate y hasta esqueletos de soldados.
El buceo es una actividad restringida en la zona, debido a que es probable que también haya en las aguas bombas o municiones sin explotar, que podrían activarse con la presencia de incautos.
Aun así, en más de una ocasión ha habido quien se las arregló para burlar dicha limitación y tomar fotos increíbles.
En la actualidad se le considera como el cementerio de guerra más grande en el planeta.
Sus restos abarcan unos 60 aviones y más de 200 barcos hundidos, que en 1969 fueron mostrados en un documental filmado por el explorador Jacques Cousteau, fascinado por los secretos que ocultaba el lago Truk, con su peculiar ecosistema y parte de la historia de Japón en sus profundidades.
Si bien ya se ha mencionado que no es tan fácil bucear aquí, eso no ha impedido la afluencia de turistas en el lugar, que se encuentra abierto a todo el mundo.
Este es quizá, el punto más interesante de Micronesia.