Con la extradición de “El Chapo” Guzmán prácticamente terminó una de las trayectorias criminales más afamadas en la historia del crimen organizado.
De ahora en adelante el gobierno de Estados Unidos será el encargado de decidir lo que le espera al ex líder del poderoso cartel de Sinaloa. En ese país Joaquín Guzmán Loera está siendo acusado por delitos como narcotráfico, lavado de dinero, homicidio, secuestro, organización delictiva, organización de un complot para el tráfico internacional de drogas y conspiración para la importación de toda clase de sustancias prohibidas.
De acuerdo a información proporcionada por el diario The Washington Post, “El Chapo” está siendo requerido por los tribunales de Nueva York, California y Texas.
Las leyes estadounidenses contemplan la pena de muerte para algunos de los delitos que se le imputan a Joaquín Guzmán, pero resulta prácticamente imposible que esto suceda, ya que en México no existe ese tipo de sanción y el tratado internacional de extradición con Estados Unidos establece que los extraditados no pueden recibir una pena que no exista en el sistema penal mexicano.
Asimismo, la publicación asegura que en su primer audiencia “El Chapo” admitió ser culpable de todos los delitos que se le acusa con la esperanza de recibir la mínima sentencia. Pero el juez a cargo del caso aseguró que por tratarse de uno de los criminales más peligrosos no atacará las normas convencionales, al contrario, garantizó que “El Chapo”, de ser encontrado culpable, será acreedor de una sentencia muy severa.
“El Chapo”, que actualmente cuenta con 59 años de edad, recibirá una sentencia no menor a 50 años en una prisión de máxima seguridad y sin el derecho de obtener posibles beneficios como la reducción de condena. Lo que significa que será muy difícil poder ver salir con vida a Guzmán Loera de prisión.