Mehdi Bilel regresaba a su casa después de asistir a una boda en el norte de Túnez cuando vio un gran lago brillando debido al sol caliente, en el medio del desierto, a unos 25 km de la ciudad de Gafsa. Mehdi Bilel se situó en su orilla en silencio totalmente aturdido. No podía creer lo que ocurría, el lago no estaba allí hace unos días. Al principio pensó que estaba alucinando. Estuvo rodando por varias horas en la carretera sin descanso, y el calor del desierto podría desempeñar todo tipo de trucos en el cerebro. Pero Mehdi Bilel no estaba imaginando cosas. El lago se había materializado de la nada en la pasada noche.
La noticia de la aparición misteriosa del lago se propago como un reguero de pólvora y cientos de tunecinos acudieron a lo que rápidamente se hizo conocido como el Lago de Gafsa o la playa de Gafsa para nadar y refrescarse del calor de la región de 40 grados Celsius. Además esta aparición ocurrió en agosto de 2014, y Túnez se encontraba en medio de una sequía, lo que hizo la aparición repentina del lago aún más enigmática.
El origen de la formación del lago no está claro. La explicación más probable es que un terremoto de menor importancia había roto la roca encima del nivel freático enviando millones de metros cúbicos de agua a la superficie. El lago cubre una hectárea en la zona y es de 10 a 18 metros de profundidad. Así que no es precisamente un lago pequeño.
El misterioso lago se ha convertido desde entonces en uno de los principales atractivos de la zona. Sin embargo, la natación aquí es arriesgada, ya que el agua del lago podría estar contaminada con fosfatos. La región del sur de Túnez es rica en fosfato y desde su descubrimiento en 1886, Gafsa se ha convertido en el centro de la industria minera del país. Los compuestos de fósforo se utilizan para fabricar cualquier cosa relacionada con fertilizantes, pesticidas y detergentes, además de armas químicas. En otras palabras, todo el material peligroso que te puedas imaginar. Además, el fosfato dejas tras de si un residuo radiactivo. Esto significa, que si el lago está contaminado, el agua es a la vez radiactiva y cancerígena.
La primera señal de que algo no estaba bien con el Lago de Gafsa apareció en un par de días de su aparición. El color del agua cambió de ser claro, azul cristalino a un color verde turbio debido a una floración de algas, lo que significaba que no se está reponiendo el agua y por lo tanto podría llenarse de bacterias y enfermedades.
Unas dos semanas después de que el lago apareció, la Oficina de Seguridad Pública en Gafsa advirtió a los lugareños de que era peligroso nadar en el lago, pero pocos atendieron la advertencia. Multitudes de personas todavía vienen aquí para nadar y evitar el calor del desierto a día de hoy.