Esta anécdota de una jovencita de Michigan, Estados Unidos, debe ser una advertencia para todas las personas que encuentren cosas extrañas en sus vehículos.
Ashley Hardacre es una chica que trabaja en un centro comercial de la ciudad de Flint, y probablemente se salvó de un intento de agresión o secuestro. Todo comenzó una noche en que salió de su trabajo, en compañía de algunas compañeras y encontró una camiseta colocada en el parabrisas de su auto. Le inquietó notar que además de esto, había otros dos carros cerca del suyo y uno de ellos tenía el motor en marcha.
Fue cuando recordó una advertencia que le habían hecho sus padres, sobre incidentes en los que colocaban objetos en los parabrisas para hacer que las personas salieran de sus autos. Ashley no lo hizo. Colocó seguro a sus puertas y trató de activar los limpiaparabrisas para deshacerse de la prenda, pero estaba muy bien enganchada.
Acto seguido, decidió conducir hasta un punto seguro del estacionamiento, en el que quitó la camiseta por una ventanilla y se marchó de inmediato a casa.
Luego de contar esta experiencia a su familia, decidieron dar aviso a la seguridad del centro comercial. Esto desembocó en una búsqueda por las cámaras de vigilancia para ver si podían dar con al responsable. A pesar de todo, Ashley agradece haber recordado lo que le dijeron sus padres y espera que su historia sea compartida, para salvar a otras personas.
Recuérdalo tú también: si notas un objeto desconocido en tu parabrisas, no salgas de tu vehículo. Conduce a un sitio seguro o hasta tu hogar, o llama a la policía desde donde te encuentres. Este es un método muy común para asaltar a la gente o secuestrarla.
¡No dejes que te suceda a ti o a alguien que conoces!