Matt Grodski conoció a Laura Scheel cuando solo tenía tres años. Ambos solían acudir al mismo jardín de infantes cuando eran pequeños, ahí se hicieron amigos mientras crecían y posteriormente, Matt llegó a enamorarse de su amiguita. Incluso relató como una de sus primeras memorias, había sido la de pararse frente al resto de su clase para anunciar que iba a casarse con ella.
Hacían de todo juntos, desde subir a los columpios hasta dibujar. Según él, Laura fue quien lo enseñó como se debían comer las tiras de queso. Todo parecía indicar que cultivarían una larga amistad, aunque las cosas no salieron como se esperaban.
Al entrar a la escuela primaria, los niños se distanciaron. Durante siete años, solo mantuvieron el contacto a través de las tarjetas de Navidad que anualmente, intercambiaban sus familias. Con las fotos incluidas, pudieron apreciar la manera en la que estaba cambiando el otro, pero no encontraron oportunidad de acercarse.
Durante la secundaria todo cambio y empezaron a salir juntos por fin, hasta que tuvieron que separarse para asistir a universidades diferentes. Entonces decidieron ser novios a distancia.
El tiempo pasó y finalmente, el 23 de marzo del 2015, Matt decidió formalizar la relación pidiéndole matrimonio a Laura.
“Estaba enamorado de ella cuando era niño y lo sigo estando ahora”, confesó.
La petición se hizo en el sitio donde todo había comenzado: su viejo jardín de niños. Poco después celebraban una hermosa boda, rodeados por sus familiares y amigos más cercanos.
Su historia hizo que mucha gente volviera a creer en el amor verdadero; y es que es increíble como desde niños, han sabido cultivar un amor que no se termina. Sus conocidos los admiran tanto, como a las parejas del cine.
Hoy siguen siendo un matrimonio estable, con planes de formar su propia familia.