Dicen por ahí que la creatividad es uno de los mejores remedios para curar la depresión.
Enfocar tus energías en crear algo único y maravilloso, puede ayudarte a encontrar la luz en esos momentos en los que te sientes abatido.
El señor Evans pensaba que nada podría animarlo después de perder a su esposa, hasta que recordó que tenía que limpiar un contenedor enorme donde ambos habían guardado sus cosas.
De luto y desolado, Evans vacío por completo aquel espacio de tan solo 15 metros cuadrados, preguntándose que cosas debería conservar y de cuales debería deshacerse. Entonces tuvo una idea mejor.
Siguiendo la moda de las mini casas ecológicas que está tan en auge, convertiría ese sitio en su nuevo hogar.
Casi nadie aceptaría vivir en un contenedor tan reducido. Pero lo que Evans hizo con él ha sido una maravilla, que nos hace darnos cuenta de que no siempre necesitamos tanto espacio y cosas como pensamos.
En interior contiene una mini cocina con lavabo, microondas, refrigerador y estufa de gas, una barra desayunador para comer, un confortable sofá y una litera donde dormir.
Todo fue revestido con acabados de madera y en el exterior, se colocó una puerta transparente con un pequeño pórtico. Hay una ventana horizontal por la que entra luz suficiente y otra más pequeña, que funciona como tragaluz para la cocina.
Dado que Evans trabajó como constructor de barcos, no le fue difícil adaptar este contenedor para que se convirtiera en una especie de camarote. Las paredes y el techo además, están debidamente aisladas para que la vivienda se conserve caliente en invierno y sea fresca durante el verano.
Cada rincón ha sido aprovechado al máximo y hoy, Evans es un hombre más feliz y orgulloso de su nueva casa.
¿Te animarías a vivir en un lugar como este?