Desde que la corriente vintage se puso de moda, cada vez son más las personas que compran propiedades muy antiguas para poder restaurarlas y ganar mucho dinero o bien, vivir con un estilo encantador.
Es el caso de esta pequeña casa que se encuentra cerca del mar, la cual data de la época del 1700 y parece sacada de un auténtico cuento de hadas, con sus blancas paredes de piedra y su techo de paja.
A pesar de haber sido construida hace siglos, se ha conservado estupendamente con el paso del tiempo y recientemente le hicieron una remodelación a los interiores, que hará que te den ganas de quedarte a vivir aquí para siempre.
La primera habitación que salta a la vista es la sala de estar, con su enorme chimenea y los muebles rústicos que ostenta. Esta combinación de estampados, colores y texturas le brinda un efecto muy hogareño, ¿no crees?
La cosa se repite en la habitación principal, donde los dueños optaron por una paleta de blancos y grises para darle estilo.
Los baños, si bien conservan ese estilo campestre y antiguo, lucen impecables y muy contemporáneos gracias a ciertos detalles.
Como la pared con diversos planos y anotaciones que se encuentra detrás de uno de los lavabos.
Gracias a los grandes ventanales que se incluyeron, la luz natural entra a raudales por la casita. Y gran parte de los muebles también son reciclados o restaurados.
La mejor parte sin duda es el jardín trasero, donde puedes desayunar o tomar el té rodeado de un montón de naturaleza. No muy lejos de allí se encuentra una playita privada, rodeada por muros naturales de roca.
Realmente, esta vivienda ha sido restaurada a su esplendor original y el resultado es bellísimo, ¿no te gustaría vivir en un lugar como este?