Los animales de color doble son tendencia en Instagram. Si hace unos años un gato llamado Venus conquistaba internet con su curiosa cara dividida, hoy esta gata argentina bautizada como Quimera arrasa en las redes con su también insólito rostro. El caso es que este accidente genético no es tan raro en la naturaleza y que sus dueños hayan apodado Quimera, una criatura de la mitología griega que consistía en un extraño híbrido entre animales, no es casualidad.
En genética, los científicos llaman quimera al fenómeno natural por el que el ADN de un individuo está formado por las células de al menos dos embriones originales distintos. Se trata de una rareza en la que dos embriones, con una genética distinta, se fusionan para convertirse en un solo organismo. No obstante, el aspecto bífido de estos gatos podría tener que ver simplemente con sus cromosomas y el gen del color.
Resulta verdaderamente hipnótico el accidente genético que ha sufrido la gata Quimera, ya que divide de forma simétrica por el medio sus dos rostros antagónicos, uno de gatos negro con ojos azules y otro de gato atigrado con ojos verdosos. Parece mentira que el azar de la naturaleza pueda hacer algo así, con semejante simetría y estética, pareciendo estar predestinado a volar por los aires Instagram. Y es que la estrella gatuna cuenta con 47.500 seguidores en esta red social, muy lejos todavía de quitarle el podio a su antecesor Venus, que cuenta con nada menos que ¡1,3 millones de ‘followers’ en Instagram!
Esta curiosa anomalía puede tener varias explicaciones científicas, la primera y más asombrosa es que la gata Quimera fuese una quimera genética real. Durante milenios las quimeras fueron literalmente legendarias, puesto que provenían de la mitología clásica, donde Homero describía unos extraños seres compuestos por distintas partes de animal: “por delante un león, en medio una cabra y atrás una serpiente”. La ciencia acuñó más tarde el término de quimera, pero para explicar un fenómeno quizás menos fantástico que el de los mitos griegos.
La palabra describe a cualquier criatura que contenga una fusión de tejidos genéticamente distintos. Estos puede ocurrir de forma natural si dos embriones gemelos se fusionan poco después de la fecundación, con resultados absolutamente sorprendentes. Por ejemplo, se puede dar el caso de un ‘ginendromorfo bilateral’, que posea un lado del cuerpo masculino y otro femenino. Estos animales son esencialmente dos gemelos no idénticos y de distinto sexo unidos por el centro. Muchas especies diferencian los sexos con marcas y aspectos muy diferentes, como el caso de las aves o los insectos, lo que puede llevar a una apariencia extraña, como un cardenal norteño avistado con la mitad del plumaje rojo y el resto gris. Sin embargo, existen muchos otros ejemplos entre los seres vivos.
Pero lo más normal en las quimeras, lejos de parecerse a la leyenda griega, es que las células se mezclen formando un mosaico de colores sutil en todo el cuerpo, lo que les permite actuar como el resto de individuos dentro de la especie. Lo que podría indicar que los gatos Venus y Quimera en realidad están formados por dos gatos distintos, de hecho, algunos estudios apuntan a que el 8% gemelos humanos no idénticos han absorbido células de su hermano o hermana.
¿Son realmente gatos quimera?
Los animales quimeras en realidad son muy habituales en los laboratorios, se suelen cruzar embriones de ratones en el tracto reproductivo, donde esperan que se combinen físicamente cuando hayan perdido la capa protectora externa. Se han llegado a cruzar por este método animales de distintas especies como cabras y ovejas, dando lugar a un nuevo tipo de criatura ovina llamada ‘geep’. Pero el tema de los colores contrapuestos en los gatos Venus y Quimera podría tener que ver con otro proceso menos complejo.
Estos animales podrían ser sencillamente gatos calicó, un tipo de gato muy común que tiene varios colores en el pelaje mezclados con machas. Este fenómeno llamado mosaicismo tiene que ver con la inactivación del cromosoma X: todos los mamíferos hembra tienen dos cromosomas X, mientras que los machos tienen uno X y otro Y, el caso es que los cromosomas están activados ya que en cada célula del cuerpo uno de los cromosomas X está inactivado. Esto consigue equilibrar el efecto de los cromosomas X entre machos y hembras, ya que las mujeres tienen el doble y necesitan que la mitad de ellos esté inactiva.
Para los gatos, el gen para el color del pelaje se encuentra en el cromosoma X, lo que significa que al ser inactivados de forma aleatoria en cada célula, dan lugar a distintas expresiones del gen y con ellos colores y manchas de distintos colores. Es decir, que los colores contrapuestos de Venus y Quimera podrían ser fruto del azar de la expresión genética de sus células, formando una división de colores de forma simétrica en el rostro.
La explicación del ojo azul de ambos también estaría en su genética, ya que ambos tienen manchas blancas por el cuerpo (y los ojos azules los tienen los gatos blancos por falta de melanina). El gen blanco por lo tanto afecta a los dos ojos de forma distinta.
La respuesta por lo tanto estaría en un análisis genético de estos gatos, para conocer realmente si su ADN está formado por dos embriones de gatos distintos o si por el contrario se trata de una rareza de gatos calicós. Es cierto que la quimera es un evento mucho más inusual que el mosaicismo genético, pero tanto Venus como Quimera son de todo menos animales corrientes. Lo único que podemos sacar en claro es que el adorable aspecto de estos gatos es fruto de un accidente genético y no de una mano de photoshop de sus dueños.