Nueva Zelanda es un país fascinante con mucho que ofrecer y que no solo impresiona con sus maravillosos paisajes.
Aquí, también hay incontables atracciones turísticas que atraen a millones de visitantes, año con año.
Una de las más sorprendentes es Gibbs Farm o “La granja de Gibbs”, un enorme parque al aire libre lleno de esculturas.
Propiedad del millonario Alan Gibbs, este parque se puede encontrar en la Isla Norte de Nueva Zelanda, al lado del puerto de Kaipara.
Aquí, el excéntrico Gibbs se ha dedicado a coleccionar las obras de sus artistas favoritos.
Se pueden encontrar creaciones de todos los tamaños, colores y estilos, pertenecientes a artistas tan famosos como Anish Kapoor, Neil Dawson, Bernar Venet, Daniel Buren, Richard Serra, Andy Goldsworthy y George Rickey.
Reunir todas sus magníficas esculturas le ha llevado a Gibbs veinte años, pero vaya que han valido la pena.
No obstante, estas no son lo único que se puede encontrar en Gibbs Farm. Como ya mencionamos, esto es una granja y ninguna granja puede estar completa sin sus animales.
En medio de los prados verdes y de estas muestras de arte contemporáneo, también hay rebaños de ovejas que se pasean a sus anchas, algunas avestruces y hasta una que otra jirafa.
El terreno también cuenta con un lago propio, en donde yace flotando una de las esculturas más icónicas del lugar, “Floating Island of Immortals”, de Zhang Wang.
Otras de las creaciones más famosas incluyen el Electrum, de Eric Orr, una inmensa esfera de metal que hace la función de pararrayos, el Dismemberment de Anish Kapoor, que es como un enorme corno que mira hacia el cielo o Pyramid de Sol Lewitt, una interesante pirámide de bloques de hormigón, que es también todo un homenaje a la arquitectura.
Que ganas de visitar esta granja, ¿verdad?